¡Consummatum est! Es una locución latina que significa literalmente “se acabó todo”, “todo está cumplido”. Según la traducción de la Vulgata latina (Evangelio de Juan, 19, 30), últimas palabras de Cristo en la cruz.
Se emplea también a propósito de un desastre o de un gran dolor; también puede significar “se ha terminado”
Muchos líderes, sobre todo en lugares menos culturizados, mienten, compran voluntades, aterrorizan, con tal de llegar a la cima para imponer su “soberana” voluntad a los demás.
Incluso destruyen personas en su camino, auspiciantes, incluyendo familiares que no son asociados o rindieron mal las cuentas.
Cuando llegan a la parte superior, generalmente se vuelven más paranoicos y culpan a otros porque les achacan sus miserias y frustraciones aduciendo que: están tratando de acabar con ellos y quitarles la teta por el arte de birla birloque con lo cual se esfuma la interlocución
Al albañal las autonomías: ¡Todo es un fino enredo en que consuma la tropelía! Que mayormente perjudica y retrasa al pueblo. Es que además, ello no es bueno ni para los propios empleados públicos, ni para las Administraciones Públicas, tanto por razones de limitación del pluralismo y de la democracia garantizando la paz social y evitando la conflictividad entre clases.
El gran beneficiario sí está claro quién es. Por este método titiritero ha conseguido, fuera de las urnas, lugar dónde perdió, canonjías. Ha eliminado a los molestos competidores que desean el avance del Ecuador; no la desgracia de los Castro-comunistas, Maduristas, o los ladrones del Gobierno de la Cretina…
Lo que está garantizado es que a falta de líderes que moderen la presión sobre los ciudadanos para que no haya un estallido por las válvulas averiadas de la robolución, saldrán otros y se superará las dificultades como lo hemos hecho siempre.
Para convencer que no son impostores, conducen el mercadeo tan a la perfección que es incapaz de reconocer sus fracasos. Cuando se los enfrenta, se convencen a sí mismos y quizás a otros que estos problemas no son culpa de ellos ni su responsabilidad.
O buscan chivos expiatorios de sus problemas. Usando sus habilidades de comunicación con nuestro dinero, interrumpiendo la libre información, obligan a la gente a aceptar estas distorsiones, causando las perdidas del contacto con la realidad.
En esta etapa de envanecimiento y locura ¡El Zar es vulnerable a cometer errores grandes! Tales como violación de la ley o arriesgando incluso su existencia.
Sus distorsiones mentales los convencen que es el dueño de la verdad y perfección y que no está haciendo nada malo, o racionaliza sus desviaciones como aceptables para lograr un bien mayor en un errado “El Fin Justifica los Medios”, sin aceptar que con sus “medios” nos lleva a un más cercano y tétrico fin.
¡Consummatum est! Y seguirán con la aberrante creencia de que todo estará ¡Consummatum est!
Festejan demasiado pronto, sin darse cuenta de que los ciudadanos al golpearse tanto contra la pared y soportar el desdén, mientras ven a sus esclavos con cosas materiales abundantes literalmente: de la noche a la mañana; ya están cansados.
Ven a sus familiares apuñalados, quemados, baleados y la inseguridad avanza; los desabastecimientos planeados para beneficiar a monopolistas irritan; el precio de los insumos crecen y los puestos escasean.
Las cifras del gasto en obras paralizan el corazón e hipnotizan a los conocedores; sin embargo, se niegan las preguntas, no hablemos de respuestas…
Por favor… Reducir las penas a narcotraficantes, soltar a violadores, encubrir peculados… Hacernos “mamar gallo” ya lo ha debilitado mucho más de lo que cree.