21 noviembre, 2024

La ira

“Quien controla su ira controla su vida”.

Vivimos tiempos de ira. El primer año de la segunda década del nuevo milenio incrementa la frustración, la indignación por los procesos que el liderazgo mundial aplica para solucionar la crisis internacional que crearon.

El desencanto de la juventud que no avizora futuro para su desarrollo y que observa como la corrupción, la codicia, la falta de valores, el crimen y la droga crecen y los políticos hablan, hablan .… y pasan los años y no se concretan las promesas de soluciones. Se suman a los jóvenes desencantados y desorientados, los ancianos que trabajaron toda su vida para alcanzar un retiro digno y encuentran que este se esfuma y las esperadas prestaciones se reducen.

El español es muy rico en vocabulario, así tenemos como sinónimos de la ira muchos vocablos para expresar con diferente intensidad y forma este sentimiento tan profundamente humano que puede llevarnos a la destrucción o a la reconstrucción.

Enojarse, rabiar, enfadar, encolerizar, enfurecer, indignar, estallar, renegar, alterar, sublevar, cabrear, violentarse son solo algunos de la larga lista de sinónimos que expresan la ira acumulada en nuestros corazones por las vidas que se pierden por los crímenes, las drogas, la corrupción y el desempleo en nuestras ciudades y países.

Por las injusticias y los autoritarismos, por los abusos y la impotencia ante estas situaciones que afectan nuestras vidas, nuestras familias, nuestros trabajos, nuestro futuro y nuestro planeta. La naturaleza también expresa su furia ante la agresión, destrucción y contaminación que genera el hombre.

La ira tiene que ver con nuestras emociones y la intensidad y duración de las mismas. Afecta nuestra salud física y mental. La ira es una constante en nuestras vidas y se produce por hechos internos o externos. Cuando ésta es generada por hechos externos que no podemos controlar, nos genera la sensación de impotencia y frustración y puede acumularse en nuestro subconsciente y afectarnos en forma continua, cada vez que recordemos lo que la generó.

La ira es parte de nuestra naturaleza y es una poderosa energía que puede destruir o construir. Su manejo es muy importante en nuestras vidas y nuestras sociedades. Puede ser la fuerza que cambie gobiernos y situaciones negativas en nuestra sociedad cuando es aplicada para un buen fin en forma colectiva; pero si por el contrario la utilizamos en forma negativa, servirá para destruir y destruirnos.

Por ello, aprender a manejar la ira es muy importante en todos los actos y decisiones de nuestras vidas y relaciones familiares, personales, laborales y sentimentales.

Es una poderosa energía emocional que debemos aprender a expresarla, controlarla o eliminarla, según sea el caso. Debemos manejarla con nuestra mente e inteligencia y no con nuestro corazón y pasión para lograr resultados positivos.

“Quien controla su ira controla su vida”. Con este pensamiento inicié este artículo y con él lo termino.

Tomado de pensar.ec

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1 comentario

  1. Me parecen excelentes las reflexiones planteadas en el artículo por Joseph Garzozi. Ojalá TODOS las pudiéramos llevar a nuestras realidades y actuaciones públicas y privadas

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