El pasado domingo entró en vigencia el nuevo Código Orgánico Integral Penal, entre sus 730 artículos posee todo un parágrafo dedicado a los delitos de violencia contra la mujer, porque simple y sencillamente la violencia contra ellas no decrece, se incrementa.
Las estadísticas alarman a cualquiera y seguro por ello los legisladores decidieron aumentar hasta en un tercio las penas privativas de libertad por la violencia física que cause lesiones, la violencia psicológica (amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento), y desde luego, la violencia sexual.
Según los datos que maneja el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el 60,6% de las mujeres en Ecuador ha vivido algún tipo de violencia y la más común es la psicológica. Las estudiadas tampoco se salvan, pues según las estadísticas sobre violencia realizada en base a los niveles de instrucción que van desde ninguno hasta postgrado todos sobrepasan el 50%. De las mujeres con postgrado el 52.8% ha sufrido algún tipo de violencia lo cual nos demuestra que poco o nada en este tema ayuda un título de educación superior.
Ahora, un dato interesante es que la “violencia de género” se incrementa según el estado civil de la mujer, siendo las más agredidas desde luego las casadas. 8 de cada 10 mujeres divorciadas vivieron algún tipo de violencia por parte de su ex pareja.
Lo curioso de estas estadísticas, es que el 90% de las mujeres casadas o unidas que ha sufrido violencia no se han separado de su pareja, porque consideran que “las parejas deben superar las dificultades y mantenerse unidas“, o porque “los problemas no son tan graves“, o porque “sus hijos están pequeños”, y solo un 22% porque “no se puede sostener económicamente“. Otro dato alarmante y que merece un análisis, es que el 67.5% de las agredidas por sus parejas son Jefas de hogar, es decir, son “las del billete”, lo cual significa que la parte económica tampoco constituye un factor decisivo en la agresión.
El único dato exacto y cierto es que las solteras sufren menos, pues según las estadísticas las solteras son el grupo social menos agredido y violentado. Está para pensarlo…