Con sumo agrado acojo la noticia que el busto de L.F.C. ya se encuentra instalado en donde será su morada final, para su contemplación y homenaje de quien en vida fue, el precursor de la nueva era libertaria de Guayaquil.
Y me refiero a libertad, porque aun siendo 1820, el año en que rompimos las cadenas del yugo español, a través de esa logia de ocasión denominada “Fragua de Vulcano”, liderada por José Joaquín de Olmedo y otros ilustres ciudadanos y vecinos de nuestra urbe, fue León Febres Cordero, quien dio inicio al rescate de Guayaquil, de la lúgubre pocilga en la que fuera convertida por administradores municipales antes de su primer periodo que diera inicio el 10 de agosto de 1992.
León, luego de una pausa, posterior a su periodo Presidencial del Ecuador, entre el 84 y 88 del siglo pasado, retomó las riendas del corcel de la justicia y acepta el desafío de postularse para Alcalde, teniendo en esa y en la siguiente elección, abrumadora mayoría de adeptos, porque él supo demostrar, a los largo de su larga vida en el sector público, su profundo amor por la Ciudad que lo vio nacer y más que todo, su profunda convicción de que el único camino que tenía que recorrer Guayaquil, era el camino al desarrollo y progreso sostenido, su obra maestra quedará perennizada en quienes la vivimos en toda sus etapas y fue la del devolver al guayaquileño su autoestima y orgullo de haber nacido o vivir en esta Casa Grande.
Jaime Nebot S., actual Alcalde y reelecto por tres ocasiones, ha sabido consolidar ese liderazgo y cariño que lo inicio desde muy joven, siendo Gobernador del Guayas en la Presidencia de L.F.C. y hemos sabido respaldar su excelente gestión municipal, otorgándole nuestro apoyo en reiteradas ocasiones y esperando que sea la siguiente, su postulación a la Presidencia de la República.
Nuestro querido Alcalde, acogió las propuestas ciudadanas de homenajear como se merece a su antecesor y posterior a denominar, Pasaje León Febres Cordero, al área donde se inicia con el Obelisco y ahora se corona con el busto a León, propuso poner dicho busto, en un área cercana a la Peñas a escasos metros donde grupos radicales, instalaron busto del guerrillero “Che Guevara”, sin embargo, por odios ideológicos y con apoyo de ciertos funcionarios, torpedearon el derecho ciudadano de homenajear al hombre que arrancó con la nueva etapa del Guayaquil Moderno e incautaron su escultura, refundiéndola en algún lugar de las bodegas de alguna entidad Pública.
Se hizo justicia, la sociedad civil se apersonó y recuperó la obra que representaba el justo homenaje a León y en una rápida pero coordinada acción, ubicó ese busto donde esperará, con un poquito más de paciencia, que el Señor Alcalde nos convoque al pueblo, a la inauguración oficial y defensa del monumento de mi querido Presidente León Febres Cordero.
Estaremos atentos y vigilantes de cualquier maniobra oculta que pretenda vilipendiar nuestra voluntad de un justísimo homenaje y a esos grupos minoritarios que bailaron y brincaron con sus rostros escondidos, como es su costumbre, envueltos en banderas verdes o rojas cuando se instaló el recordatorio de un revolucionario, decirles que mucho cuidado, que Guayaquil está de pie y así se mantendrá, porque el reconocimiento al verdadero Madera de Guerrero, corre por nuestras venas e inflama nuestros corazones.
Esa distinción, que te la ganaste a pulso con tu accionar en beneficio de tu Ciudad, Va por ti, querido L.F.C.