21 noviembre, 2024

Un pensamiento diferente sobre Dios…

El creador nos ha dado la inteligencia para cuestionar. El propósito de nuestra existencia es aprender.

Todo nuevo conocimiento es vital. No debemos asustarnos si lo que aprendemos se contrapone a lo que habíamos creído como nuestra única verdad. El confrontamiento ideológico es lo que le ha permitido evolucionar a la humanidad en su intelectualidad. El nuevo conocimiento siempre sustituye al viejo.

En el siglo siete era imposible concebir que el acero de una espada pudiera flotar sobre el agua del mar.

En el siglo veinte era normal ver a los grandes transatlánticos de acero flotar sobre el agua del mar.

Ideas que resultaban imposibles de realizar; solo eran problemas que no se podían resolver por falta de tecnología.

Las creencias antiguas eran diferentes a las actuales. Las del futuro también serán diferentes a las de ahora. El conocimiento es lo que hará esa diferencia. El cambio conceptual en el distinto entendimiento de las cosas, nos acercará a la verdad. El aprendizaje es lo que vuelve obsoletas a las creencias del pasado.

Esta obsolescencia es la resultante de los nuevos pensamientos inductivos de la mente humana para lograr un mejor entendimiento de todo lo existente. Nuestra mayor verdad no puede provenir de un dogma de fe cuya causa es la formación cultural que sin haber escogido recibimos.

Solo en la libertad se encuentra la verdad. El concepto de Dios cambia con el tiempo y dependerá de donde crecimos. Como secuela de este accidente geográfico, la percepción de Dios que tiene un chino, es diferente a la que tenga de Dios un español o un Latino.

En nuestro país, la creencia religiosa de un costeño es diferente a la de un indígena amazónico que no haya sido culturalmente adoctrinado por la religión.

Aunque sean radicalmente diferentes las creencias de ambos, las dos creencias son verdades individuales, ya que ambas son distintas ópticas culturales para entender la misma concepción de lo que significa Dios.

Por eso no debería alarmarnos el que existan planteamientos religiosos radicalmente opuestos a los principios que nos han inculcado en nuestra cultura.

El rechazar un pensamiento sin conocerlo ni entenderlo, solo demuestra el miedo que se experimenta cuando se descubre alguna idea nueva que remece a nuestra fe.

Cada uno puede creer lo que más le convenga.

Todas las personas tienen el derecho de profesar una religión que les permita encontrar su propia verdad, así como también tienen la obligación de respetar el pensamiento de otras religiones que plantean otras concepciones sobre la misma verdad.

Una nueva verdad sobre cualquier verdad, es solo un nuevo punto de vista sobre cualquier punto de vista.

En la diversidad de las ideas, los conceptos y las opiniones, es donde radica el pilar fundamental de la libertad del pensamiento y la expresión.

Si algún significado tiene la libertad, es el derecho de poder decirle a los demás lo que nos les gusta oír. En lo cambiante que se ha convertido el razonamiento en el siglo XXI, hay una tendencia mundial al replanteamiento de cómo se debe percibir a todo lo que existe.

Hay instituciones que deben replantearse sus principios para adaptarse a las actuales circunstancias de la velocidad informática.

Existen nuevas maneras de discernir los interrogantes del espíritu. Se basan en el conocimiento, la comprensión y el sentido común. Son ideas revolucionarias para el ortodoxo pensamiento de la religión tradicional. En su contenido hay una variedad de creencias metafísicas que se mezclan con teologías encaminadas a la enseñanza del pensamiento correcto y que tienen la metodología necesaria para llegar a la posesión del conocimiento universal.

Esta tendencia de pensamiento plantea la tolerancia universal y el relativismo moral individual como puntales de su verdad.
Su esencia radica en el hombre y su relación con la divinidad.

Dios no puede ser nombrado en forma masculina o femenina. No puede ser llamado Dios o Diosa. Las dos denominaciones son una limitación de género excluyente de la otra. Su nombre correcto es la Divinidad.

Con el advenimiento de esta nueva doctrina se puede predecir el final de las religiones tradicionales y el nacimiento de una nueva tendencia para el raciocinio del universo y el simbolismo de Dios.

Esta nueva conjetura proclamará la evolución de la conciencia individual hacia un plano superior.

El camino que nos brinda esta filosofía permitirá vivir en perfecta armonía con el cosmos, la naturaleza y lo divino.

Todo esto será la consecuencia de un nuevo proceso de aprendizaje que será enseñado por un nuevo ungido bajo el signo astrológico de Acuario. Este iluminado será conocido como el Maitreya, que será el avatar del milenio y el equivalente al cristo de Piscis.

El nuevo pensamiento del orden universal tiene dos postulados: la divinidad evolutiva y la unidad global.

Por divinidad evolutiva se entiende al paso siguiente de la evolución. El mismo no es físico, sino espiritual.

Plantea la premisa de que como todos somos parte de Dios ya que venimos de él; vamos hacia él y por lo tanto regresamos a la divinidad.

Nuestra permanencia en la vida terrenal es un breve espacio de tiempo en la escala evolutiva de nuestra conciencia.

El tiempo solo es un invento humano para dar sentido a la experiencia. El presente es un acto de conciencia. En esa fugaz ráfaga de auto convicción por tener un esquema corporal, ocuparemos un cuerpo físico que al morir nos obligará a reencarnarnos en tantas vidas como sean necesarias para purificarnos sucesivamente y así llegar a convertirnos en una sola armonía con el Dios de la divinidad total.

La realidad es una diferente realidad para cada realidad. Así por ejemplo; si una persona cree en la reencarnación, estará creyendo en lo correcto debido a que esa es la realidad de su propia realidad.

Si alguien no cree en la reencarnación, también estará creyendo en lo correcto, ya que para esa otra persona esa es la realidad de su propia realidad. Todos llevamos a Dios por dentro y por eso todos somos parte de él. Somos hechura suya, por lo que cada uno tiene su propia divinidad.

Para entender la unidad global en el concepto del todo, existen tres principios: la unidad del hombre con el hombre, la unidad del hombre con la naturaleza y la unidad del hombre con Dios.

En la unidad del hombre con el hombre, la mejor forma de aprender es entendiendo que se enseña mejor lo que ya sabes. Por ese camino se llegará al conocimiento universal. Como consecuencia de este proceso ilimitado de aprendizaje, aparecerá un nuevo maestro que será el elegido para revelar estas nuevas posturas y cuya presencia corresponderá al momento Acuariano que vivimos.

Este asceta equivaldrá en su tiempo al del periodo Abrahámico de Aries o al Crístico de piscis y será un nuevo profeta como lo fue Buda, Zoroastro, Mahoma, Alá, etc.

En la unidad del hombre con la naturaleza se pensará que Dios es todo y que todo es Dios, por lo que la naturaleza también es parte del todo de Dios.

La tierra deberá ser respetada como se respeta a Dios, ya que Dios también es la Tierra.

En la unidad del hombre con Dios, se debe encontrar a la divinidad en la divinidad de cada ser.

La divinidad es un ser supremo que habita en todos los seres. Es omnipresente y bondadoso. Es una deidad de misericordia infinita; por lo que no puede castigar ni condenar.

El pecado es una consecuencia del mal uso de la información o de la mala información en el uso del aprendizaje. La nueva propensión absorberá a las otras religiones en el momento que se haga contacto con un ser de otro planeta. En ese instante se unificarán todas las creencias en un solo pensamiento. Habrá una sola verdad donde cada cual tendrá su propia verdad. Esta convicción personal trascenderá más allá de los límites del tiempo. Se experimentará la realidad como un todo y no como un todo percibido en fragmentos de una realidad.

La filosofía de esta nueva escuela se encaminará a la comprensión evolutiva de la conciencia hacia un plano superior. Una vez llegado a ese nivel, seremos parte de la conciencia universal que es el principio y fin de todas las cosas. Al estar en un nuevo plano de conciencia generada por su propia convicción, el hombre será parte de la conciencia divina, que es la conciencia universal y se conectará con la conciencia de cada cual, que en definitiva será lo mismo que hacerlo con la conciencia de la divinidad.

Cada uno buscará su cada quién donde los buscadores siempre encuentran. Todos pensarán con su propia forma de pensar.

El creador es uno solo; las religiones solo son ópticas para la conceptualización de este principio.

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1 comentario

  1. 1. El conocimiento tambien se alcanza de forma deductiva.
    2. Hasta la tolerancia tiene sus limites.
    3. No te pueden obligar a querer, si te desagrada, seria un abuso obligarte.
    4. Sí la muerte es unica verdad cierta.

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