El gobierno se enfrenta a una marcha aislada del FUT que no tenia gran trascendencia nacional. Ahora la pequeña marcha de opositores es la gran marcha conspiradora y todo lo que el gobierno quiera señalar e imaginar.
¿Uuién tiene miedo? los unos porque lo que parecía una expresión democrática a protestar ahora es el mayor evento contra el gobierno. Es evidente que el gobierno necesita crear oposición para regresar a sus viejos tiempos de barricada, de héroe salvador luchando contra el mal; el presidente no puede estar sin ser héroe, defensor, en trinchera, atrincherado, a la defensiva. No entiende que no hay nada que defender ni salir a combatir, no hay ninguna conspiración de la derecha ni de los extraterrestres. Todo es simulación para mantener su discurso “revolucionario”, con el cual gano el poder. Pero ahora ya han pasado ocho años desde aquel tiempo, ahora son otras las prioridades, objetivos y metas.
Estas últimas semanas el presidente ha permitido que todo se le acumule, no hay ninguna resolución que ofrezca al país un presidente con liderazgo que sí lo tiene, ideas claras. Lo que vemos es un presidente en su salsa convocando a sus simpatizantes a una gran marcha que enfrente a una simbólica marcha de todos contra correa.
Una de las cosas más simpáticas de todo esto es como los malos de ayer se han convertido en gente seria, respetable, amados y adorados. Me refiero que todos los opositores al movimiento indígena y los sindicatos ahora les rinden homenaje, les lanzan flores y ahora ya no apestan sino que huelen a perfumes de ciruela y flores de oportunismo. Los muertos resucitan y los vivos no saben que están vivos.