El próximo domingo se celebran las elecciones presidenciales en el país más grande de América del Sur, Brasil, y las encuestas están candentes.
Los comicios a celebrarse el 5 de octubre, tienen como protagonistas principales y líderes de las encuestas a dos mujeres, la candidata ecologista Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño; y la actual mandataria y postulante del Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, que según las inesperadas encuestas de la semana pasada lleva una ventaja sobre la candidata opositora. El candidato opositor de centro derecha, Aécio Neves, se ubica en las encuestas por detrás de las mujeres.
Es interesante conocer el vuelco que dieran las cuentas en las últimas semanas, pues hasta el mes pasado la candidata ambientalista Silva que reemplazó al fallecido candidato Eduardo Campos, lideraba las encuestas, pero tras la intervención del expresidente Lula, el tablero político varió.
Como siempre tanto en política como en el fútbol, nada está dicho, y “el partido no acaba hasta que termina”. Latinoamérica deberá estar atenta de lo que acontezca este domingo con la mayor economía de la región, pues según las ofertas de campaña la presidenta actual propone mantener y mejorar los vínculos regionales, especialmente con el Mercosur, mientras que los candidatos de la oposición “procuran flexibilizar el Mercosur, y establecer vínculos más estrechos con Estados Unidos, Europa y Asia” incrementando las exportaciones y las inversiones.
Es loable que una mujer siga manejando el destino de una de las más grandes potencias del mundo, sin embargo lo importante radica en cómo voten los brasileños, respecto de políticas tan disímiles, que seguro traerá consecuencias para toda América Latina.
Cabe destacar que existirá un notorio cambio de las fuerzas políticas en el caso de que Dilma o Marina llegaran a ganar las elecciones, pues el tradicional PSDB (Partido Social Demócrata Brasileño) no tendrá espacio como partido de la oposición y quedaría relegado, polarizándose de esta manera las fuerzas en los dos grandes partidos de izquierda, dejando a la derecha muy reducida.
Habrá que estar atentos.
Magnifico analisis de Diana sobre las elecciones en Brasil