Es 100% probable que Alexa no me conozca, y a pesar de aquello, precisamente hoy ha inspirado en mi un sentimiento que desborda todo limite emocional; así como seguramente en millones de ecuatorianos que conocen su historia, por lo que puedo asegurar que tanta miseria y tanta maldad en este mundo, queda resumida a la mas ínfima expresión, comparadas con la fuerza espiritual y las ganas de vivir de esta bella mujer.
Cierta vez hice una promesa de no quejarme más por pequeñas adversidades que en la vida se presentan. Admito que he fallado en casi el 50% en mis intenciones por lograrlo. Sin duda alguna que es un tanto difícil entender y poner en práctica tales propósitos. Admito además que mi actual estado de salud no es de lo mejor, pero bastó con ver un reportaje televisivo y escuchar con atención los conceptos de esta hermosa guerrera, como para adicionar que son de incalculables consecuencias los poderes que nos otorga nuestra fe, nuestros sentidos, y nuestra voluntad.
Alexa ha estado atravesando por una fuerte afectación de cáncer, y sumida durante dos años en un agresivo tratamiento de quimioterapia; felizmente ya concluido, tal como se lo escuché. Aunque aún mantiene su cabecita con escaso pelambre, vi ante las cámaras de televisión a una mujer de belleza incomparable, seguramente refugiada en Dios, de hermosos ojos color esmeralda, para nada presumida, más bien sencilla pero enormemente valiente, segura de sí misma, como desafiando y advirtiéndole a la muerte que ella es invencible.
¡Y eso no es todo!…Alexa es una activa maratonista de cuerpo y alma, compitiendo ante otros deportistas que no están pues en igualdad de sus condiciones físicas, pero que sin embrago ella practica tan sacrificado deporte, encasillándolo dentro de un hermoso concepto de vida. Claro está: “cuerpo sano en mente sana…” Entonces yo pregunto: ¿A cuántos miles de sus adversarios, en perfectas condiciones de salud, aquella guerrera habría dejado detrás de la meta…?
Cuán lejos está todo aquello de la cobardía de muchos al dejarse vencer por las circunstancias, dejando de luchar por vivir y se entregan sin más ni más en brazos de la muerte. Cuán lejos está todo aquello, por ejemplo, de tantos miserables a quienes nada les importa el respeto a la vida y se pasan; cual peligroso predador, inventando constantemente asquerosas teorías con la finalidad de concienciar a cuanta mujer pueden, haciéndoles repetir casi de memoria que: “la mujer es quien decide sobre su cuerpo”, y haciéndoles creer a quienes se someten a sus perversos intereses que sus métodos abortivos son legítimos derechos, ¡sin importarles un solo carajo la vida de nadie! , peor aún, logrando criminalizar un abominable hecho al ejecutarse la muerte de seres indefensos dentro del vientre materno.
Escúchese perfectamente bien: ¡Alexa Altgelt también ha decidido sobre su cuerpo…y sobre su alma! Pero…pero, contrario a toda aquella basura de exterminio y vergüenza, ella ha hecho lo correcto, sin dejarse contaminar de teorías y procedimientos puestos miserablemente en la práctica dentro de muchos quirófanos, y/o dentro de lúgubres consultorios salpicados de sangre inocente. Es más, por lo que muy pocos se atreven a luchar, ella lo tomó desde el principio como una verdadera y legitima razón para vivir. Es pues aquella mujer quien, sin duda alguna, empezó por dejar de lado el hecho de inspirar lástima en los demás, y seguramente sin necesidad interpretativa de nuestra constitución y nuestras leyes, optó por escoger las vías correctas, que son las que enaltecen y engrandecen nuestro espíritu y nuestro verdadero respeto por la vida.
Por tanto, quiero reflexionar una vez más sobre tan maravillosa historia, considerando lo siguiente:
- Durante el reportaje observé, en la pantalla de mi televisor que, en algunas imágenes, Alexa aparecía acompañada de quien supongo es su novio. Para Él, mi más profundo respeto y admiración por ser quien acompaña y apoya a Alexa en su constante lucha por la vida.
- Soy padre de tres hijas y abuelo de dos nietas, y quiero decirle a esta gran mujer que mientras pueda y como inconmensurable ejemplo, reforzaré en ellas ese valor y sentido correcto de la vida y su incansable esfuerzo para no dejarse vencer de las adversidades.
- Mi más grande respeto para su familia, y mi más sincera recomendación para sus amistades, quienes seguramente experimentan que es un privilegio el hecho de ser sus amigos, así como la razón por la cual ellos forman parte del entorno social de Alexa.
Gracias Alexa, gracias por tan valioso e impactante testimonio. Seguro estoy que usted es una de las tantas escogidas por el Supremo para demostrar que el amor y la fe estarán siempre por encima de tanta inconsecuencia; y, que por sobre todo, su valentía y su lucha por la vida, son el más grande y hermoso ejemplo para quienes nos consideramos verdaderos seres humanos.
¡QUE DIOS LA BENDIGA SIEMPRE…QUE BUENO QUE SE REFUGIE EN EL….!