25 noviembre, 2024

Dilma Presidenta

Dilma Rousseff, fue reelegida en la segunda vuelta, venciendo al opositor Aécio Neves por un estrecho margen. Sin duda las elecciones más reñidas desde 1989.

Luego de su triunfo en las urnas la reelecta presidenta hizo un llamado a la paz y la unión, negando que el país estuviera dividido, y sostuvo que está dispuesta a un diálogo con los distintos sectores de la oposición.

Aécio, líder del partido de la Social Democracia reconoció su derrota y afirmó que telefónicamente felicitó a Dilma Rousseff por su triunfo, deseándole éxito en la conducción de su gobierno. Las exitosas políticas sociales de los gobiernos de Lula y Rousseff, con miras a erradicar la miseria, hablaron en las urnas y por ello Dilma seguirá comandando una de las potencias mundiales hasta el 31 de diciembre de 2018. Las referidas políticas, sin duda, son loables y de hecho han ayudado a millones de brasileños a salir de la pobreza extrema, gracias a los subsidios para familias pobres, viviendas populares, y medidas de acción afirmativa para ingreso a las universidades de estudiantes de bajos recursos económicos y negros. Esos millones votaron por la continuidad.

Desde una lectura minimalista, algo es seguro, millones de brasileños también votaron por el cambio, y una elección tan ajustada con solo 3 puntos de diferencia, da una lectura clara, el país no solo está dividido, está fracturado, con un sur y sureste que mayoritariamente dijeron no al actual modelo de gestión. Rousseff aseguró que el diálogo es el primer compromiso de susegundo mandato, y vaya que lo necesita, pues desde el regreso a la democracia nunca vi un Brasil tan desunido.

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El respeto y la solidaridad

Han transcurrido ya 3 semanas de este exilio obligatorio, pero muy positivo, desde donde les envío mi opinión sobre aspectos del diario convivir, sin límite ni restricción a mi decisión de ánimo y entusiasmo de seguir adelante con opiniones y criterios recogidos de la experiencia y el trajín permanente de casi 50 años de vida profesional, que me enorgullecen haberlos vivido con respeto y solidaridad para mis profesores, para la profesión que yo escogí y para todos mis colegas que compartieron y discreparon de mi criterio, en más de una oportunidad.

En la Junta Cívica de nuestro querido Guayaquil, cuando tuve la oportunidad de servirla desde la Presidencia, recuerdo la campaña que lanzamos para impulsar el respeto y la solidaridad, que sentíamos estaba seriamente atropellada por el Econ. Rafael Correa, ofendiendo con desagradables epítetos a quienes discrepaban de su criterio u opinión, epítetos especialmente dirigidos hacia la mujer guayaquileña. La campaña la lanzamos con la entrega de una adhesiva que circulo por toda la ciudad, que decía: RESPETE-SALUDE- NO OFENDA, hoy desde TAMPA, lo recuerdo porque acá es notoria esa gran diferencia, todos respetan, todos saludan y nadie ofende a nadie, no importa el color de su piel, su estatura, su edad y su condición social o económica, que quizás ni siquiera se conoce.

1 comentario

  1. Yo escuché su discurso triunfalista. Dilma nunca se dignó pronunciar el nombre de su oponente. Lo omitió como si éste jamás hubiese existido. Dilma fue soberbia y cortó el diálogo con la mitad de los electores brasileños. Es bien sabido que si la política de la caridad pública ayuda en un comienzo, esa misma política transformará a sus receptores en eternos pedigüeños. La campaña fue sucia por ambis lados. El todo vale era la regla. Hasta los últimos minutos antes de la elección, «el Bureau» de los petistas (PT) enviaba mensajes -SMS- a los receptores del bono de la miseria, para decirles que si ganaba Aécio, ellos perderían sus bonos para siempre. En Brasil ganó la ignorancia y la eterna pauperización de una franja de la sociedad que nunca saldrá de la miseria.

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