22 noviembre, 2024

Cabalgar sobre la ola

Ser consciente de la respiración, de las posturas y estiramientos que se practican durante la práctica conocida como Hatta yoga beneficia el cuerpo, y también la mente. Si al ejercicio físico sigue la otra parte del yoga que es la meditación, el resultado será óptimo. Al meditar se aquietan los sentidos, se entra en contacto con Dios y se va sanando el alma. Lo que convierte al yoga en una forma completa de ejercitarse cada día.

El yoga se presenta como una buena alternativa para el tratamiento de afecciones emocionales y psicológicas. Con sus diversas prácticas físicas, espirituales y meditativas, aporta beneficios para el bienestar integral, ya que trabaja en todos los planos.

Solo como ejemplo, en el plano físico, fortalece los músculos y huesos, retrasa el proceso de envejecimiento, aumenta la energía vital, da flexibilidad y equilibrio, oxigena y limpia los órganos internos, beneficia los sistemas cardiovascular, endocrino, digestivo y respiratorio, abre los canales energéticos y los equilibra.

En el plano mental, disminuye el estrés, favorece la concentración, incrementa la capacidad de razonamiento y despierta la intuición. Favorece el descanso, ayudando a dormir mejor, disminuye la tendencia a reaccionar impulsivamente ante las situaciones que nos molestan, ayuda a la superar los miedos y predispone al practicante a desarrollar un pensamiento positivo. Da claridad mental, facilita la toma de decisiones, y eleva las capacidades intelectuales

Con el incremento de las prácticas la persona va experimentando los beneficios y la vida se va encausando en un equilibrio interior y exterior. El cuerpo mantiene la energía, se libera de toxinas y se vuelve más resistente a las enfermedades.

El yoga propicia la flexibilidad, vitalidad y agilidad exterior e interior lo que ayuda a la persona a llevar una vida armónica consigo misma y con su entorno.

Investigadores del Duke University Medical Center en Durham, N.C, (Carolina del Norte, USA), realizaron una revisión de algunos estudios sobre los efectos del yoga para la salud mental, todos mostraban un beneficio para la salud.

El Dr. Murali Doraiswamy, director de la investigación, aseguró que sobre todo en casos de ansiedad, depresión y estrés, el yoga puede ser preferible a la medicación: “Si hubiera sido un fármaco en los estadios iniciales de su desarrollo, cualquier empresa estaría babeando por él”, afirmó.

Obviamente, el yoga no produce reacciones adversas ni causa efectos secundarios. Todo lo que trae son beneficios.

“El yoga ayuda tener una mayor sensación de control sobre las emociones, a no verse abrumado por ellas tan fácilmente y a afrontar mejor el estrés o los problemas que estén afectando a una persona.” Dijo Doraiswamy, quien comparó el aprendizaje del yoga con el del surf: “una vez que aprendes, puedes cabalgar sobre la ola en vez de ser engullido por ella.”

Aunque existen diversas escuelas y formas de enseñar la ciencia del yoga, hay que considerar que el yoga no se limita a la práctica de ejercicios físicos.

Hacer yoga o practicar yoga, incluye aprender a respirar, incrementar la atención, y sobre todo la parte fundamental del yoga es la la meditación. Va más allá de aprender a “controlar la mente”, es el deseo de profundizar en el conocimiento de sí para lograr una vida de equilibrio lo que debe motivar al practicante. Obviamente, se requiere de una aspiración devocional al Ser Supremo, y un respeto por los semejantes y por la naturaleza, que se va incrementando con las prácticas diarias.

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