Está por terminar un año más.
Cada uno de nosotros tiene una forma diferente para valorar lo que pasó.
Hay quienes dirán que el año fue exitoso por la cantidad de dinero que acumularon; otros dirán que fue bueno por lo que consiguieron y también habrá algunos que asegurarán que les fue fatal por las cosas que no pudieron lograr.
En lo personal; yo valoro las cosas de manera diferente.
Cada vez que crezco un poco más, entiendo de una forma diversa nuestro propósito en esta efímera existencia.
Tratar de conseguir la mayor cantidad de bienes materiales; nunca ha sido mi prioridad.
Siempre he pensado que cuando se muera el hombre más rico del mundo, se llevará a la próxima vida lo mismo que el hombre más pobre del mundo: Nada.
En este año he tenido pérdidas irreparables.
Siempre he creído ser un hombre que no le teme a nada.
Me he considerado una roca repleta de optimismo para solucionar los problemas de los que me han necesitado.
Por mi temperamento positivo y cargado de energía; nunca estoy cansado, ni me quejo.
Siempre he tratado de ser una tabla de salvación para quienes han estado caídos.
Sin embargo; en este año me he descubierto una gran debilidad que es parte de mi propia esencia.
Muchos equivocadamente dirán que una persona como yo y especialmente por la profesión que tengo, jamás debe mostrar públicamente sus sentimientos.
Nada más erróneo.
Hay muchos que viven para el culto de la imagen que representan.
Por el contrario, yo creo que la imagen interior es más importante que la externa.
Soy un convencido que las personas te van a querer más en la medida que te conozcan más.
A fin de cuentas; la mayor verdad del hombre es su propia verdad.
Si yo les digo a ustedes que son mis amigos, debe ser para mostrarles cómo soy en mi interior.
La verdadera fuerza del hombre es su ternura.
Exteriorizar el amor jamás puede ser un signo de debilidad.
Les hablo todo esto porque erróneamente he pensado que estaba preparado para enfrentarlo todo.
La gran verdad es que nunca estuve preparado para perder a mis amigos.
Todos fueron parte de mi vida; todos cómplices de mis locuras.
Por mi inacabable intensidad en la energía del vivir de la manera que viví, siempre los arrastré a mis ardores en todos los caminos que recorrí.
Creía que había nacido con una fortaleza anímica superior.
Con lo que me ha pasado recién entiendo que esa fortaleza se basaba en el amor que me otorgaban mis amigos a través de su amistad.
Ahora que ya no están es cuando descubro mi debilidad.
Mi fortaleza se debía a la fortaleza de su amor.
Haberlos perdido me ha dejado un desconsuelo que será menos doloroso con paso del tiempo, pero jamás se borrará.
En cada una de sus muertes, mis hermanos me enseñaron que lo único importante era el amor que sentían por aquellos que amaban.
Sus muertes estuvieron rodeadas de un inconmensurable amor.
Esa fue la enseñanza más importante de su última lección.
De nada sirven los bienes materiales sin amor.
Lo único que les importó a mis hermanos en la confrontación de su vida con la muerte, fue el amor.
Yo no tengo autoridad alguna para decirle a nadie como debe vivir.
Lo único que puedo darles son las deducciones aprendidas de las lecciones de amor que recibí.
En este nuevo año dedíquense a amar desenfrenadamente desde el primer día.
Amen como si fuera el último día de sus vidas.
No esperen una tragedia para comunicar sus sentimientos.
Digan los te quiero necesarios para que se sientan amados por aquellos que quieran.
Den y reciban el amor que les corresponde; este será el mayor bien que tendrán.
La mejor receta para vivir la vida es la felicidad y la felicidad solo se logra con amor.
Gracias por todas las expresiones de amor que me dieron en este año.
Cuando tuve buenos momentos fueron el estímulo que me otorgaba su energía lo que me hiso seguir.
Cuando estuve caído fueron sus muestras de preocupación y solidaridad las que me dieron la fuerza para continuar.
De todo corazón espero que tengan un año maravilloso…
Mickey Palacios Frugone,sobrino de Mafalda de Negron,mi Buena amiga,me encanta leer tus articulos, y comprendo tus sentimientos pues yo tambien este ano he
perdido buenas amigas a quien extrano pero recuerdo los Buenos momentos que
compartimos, con Mafalda me comunico telefonicamente y espero que en este 2015
podamos vernos.Feliz Ano 2015 .
Que tenga un mejor año, ne ha conmovido.
Maravillosamente escrito como siempre. Le deseo un 2015 lleno de paz, amor y prosperidad. Siga deleitándonos con sus fantásticos artículos.