¿Acaso los terroristas que entraron en la redacción de la revista francesa y asesinaron a los doce ciudadanos allí reunidos tuvieron conciencia del mal que estaban cumpliendo? Según ellos lo hacían en nombre del profeta Mahoma quién sabe cómo se comunico con ellos y les ordeno cometer está masacre que ha horrorizado al mundo. Pero en verdad fue el profeta o la maldad de ellos la que actúo a nombre del Islam? En el Islam, Ala significa, el amoroso, el compasivo. Pero aquí ya encontramos una contradicción: con los periodistas franceses no tuvieron ni compasión ni amor. Los identificaron y los acribillaron. Estos hombres fanáticos actuaron a nombre del odio y de la crueldad. ¿No actuaban con igual crueldad estos caricaturistas cuando producían sus polémicas caricaturas que poniendo como escudo la libertad de expresión no hacían más que ridiculizar creencias religiosas, musulmanas o cristianas, qué nadie puede juzgar o declarar estar sobre ellas?,
Definitivamente el mal está regado por el mundo y ha llegado el tiempo de cosecha. Este mundo actual es un mundo sin tolerancia y de extremismos. Importa el poder, el dinero, el control. Las nuevas tecnologías son la nueva adoración, el Internet es la gran oración y los seres humanos sometidos a un entretenimiento exagerado, una sofisticación que toca todo lo que consumimos. Con la masacre ocurrida en Francia hay nuevos héroes: los de la revista y los terroristas que buscaban una plataforma para meter miedo a los ciudadanos. Ahora todos tenemos miedo. Vienen tres individuos asesinan a quienes consideraron sus enemigos y todo el planeta padeciendo de su nefasta acción. No hay paz en este tiempo. Terrorismo, fanatismo, odio racial, destrucción de la familia, súper millonarios como nunca antes en la historia. Además de alteración del clima, crisis económica, divorcios.
¿Cómo creer que jóvenes europeos, educados en antiguas universidades, estén ahora con ganas de convertirse en mártires causando dolor y muerte a otros a quienes han jurado castigar para vengar al profeta?. No entiendo esa radicalidad. Así como no entiendo la radicalidad de ISIS que pretenden instaurar un califato en el actual siglo de la conquista espacial. ¿Porqué hay tanto odio regado en este planeta del sol, la luna, los mares y las flores fragantes y bienvenidas? ¿Qué es lo que quieren los violentos? Violentos como los que invadieron la Franja de Gaza y trajeron tanto sufrimiento al pueblo palestino. Violentos como los que secuestraron en México a los 43 estudiantes desaparecidos que hasta ahora no se sabe de ellos? Además de las grandes potencias que en estos momentos exhiben su poder con radicalidad e intransigencia.
Estoy escribiendo del mal, puedo parecer pesimista. Pretendo abrir un espacio en la mente para tratar de entender las grandes complejidades de este tiempo. Tiempo de cocaína, crack y otras tantas drogas modernas que están destruyendo a nuestra juventud. Hay un orden en todo esto. Un orden que crea mal y nos llena de males. Es la voracidad por dominar todo lo que existe. Las naciones y los pueblos del mundo tenemos que estar alineados ante los antiguos y nuevos dueños de la humanidad, hacía allá nos llevan. Hay una derecha radical neo conservadora que está diseñando nuevas estrategias para continuar la dominación y la explotación del capitalismo. Se trata de la voracidad, de violencia, sembrar furia y violencia, eso es lo que estamos viendo.
Estoy de acuerdo con el Sr. Rangel, el mal se está arraigando en el mundo por una u otra razón, una de ellas es la intolerancia, el irrespeto, pues se necesitan de dos personas o de dos bandos para iniciar una pelea de cualquier índole.
Es necesario inculcar amor desde el núcleo familiar hacia fuera, escuelas, colegios y universidades y lo más importante a mi manera de ver, ENSEÑAR A UTILIZAR EL SENTIDO COMÚN para vivir en armonía dentro del medio donde nos toque vivir.