La situación que está atravesando el hermano país de Venezuela es realmente de preocupar. El modelo de gobierno que se ha aplicado en la que hoy se denomina República Bolivariana, es muy similar al que en su momento tuvieron países que luego de pasar grandes penurias y revueltas se dieron cuenta a costa de mucho dolor que la senda era la equivocada.
Lamentablemente no sólo Venezuela está en el camino errado desde que su extinto líder Hugo Chávez se empeñó en poner en práctica el fracasado Socialismo del Siglo XXI; hoy aun persisten algunos gobernantes en lo mismo, de ahí que son de mucha importancia ciertos conceptos como los que vertiera el Ex Presidente de Costa Rica, Oscar Arias, los que paso brevemente a citar:
“Cuantas veces hemos leído a lo largo de los últimos 15 años, que Venezuela está al borde del cambio, que ya no puede soportar, que algo tiene que ceder. Y sin embargo, el régimen ha persistido a pesar de los augurios. ¿qué explica está resiliencia? ¿cómo se entiende que un sistema claramente anti-democrático haya logrado resistir tantas presiones y continúe, al menos hasta hace poco, recibiendo el apoyo del electorado?
La acelerada caída del precio internacional del petróleo, y el consecuente deterioro de las condiciones fiscales de un gobierno que acapara casi la totalidad de los servicios esenciales, han impactado la vida cotidiana de los venezolanos en forma que, ahora si, parece insostenible.
Amartya Sen demostró célebremente que nunca se ha registrado una hambruna en una democracia consolidada. La situación que atraviesa actualmente Venezuela no sólo demuestra su déficit fiscal, sino también su déficit democrático.
El modelo económico que quizás alguna vez estuvo inspirado en la justicia social, ha desembocado en la escasez y la necesidad. No hay que ser de derecha ni de izquierda para admitir que no vale la pena preservar algo por su promesa. Las cosas se preservan o desechan por sus resultados”
El mismo Oscar Arias, expresó en su momento: “He vivido lo suficiente para entender que no hay nada peor que tener miedo a decir la verdad”.
Por eso es importante que tengamos muy en cuenta lo que está viviendo Venezuela, y estemos prestos a decir las cosas que se están haciendo sin que exista el debate y el dialogo, así como el reconocimiento de aquellas que son beneficiosas para el país.