El fenómeno de la globalización, como lo conocemos, ha formado un impacto en la vida económica de las naciones por ser asimétrico y desigual, y no solo para las regiones sino también para ciertos grupos sociales que se debilitan frente a otros, aumentando las desigualdades preexistentes.
Con las compañías multinacionales apreció otro fenómeno, el de la “deslocalización” de los puestos de trabajo, que es el traslado al extranjero de ciertos trabajadores para reducir costos laborales o para beneficiarse de exenciones tributarias.
En temas laborales siempre ha existido un techo de cristal, que es un límite invisible que tienen las mujeres, que les impide llegar a cargos superiores, destinados solo para los varones.
Sin embargo, hoy algunas empresas ya promocionan a sus altas ejecutivas para ocupar cargos gerenciales en otras naciones, donde tienen presencia, y es allí donde aparece la frontera de cristal.
La frontera de cristal es un tema subjetivo que se da cuando producto de la globalización, las empresas multinacionales ofertan a una mujer una gerencia o un mejor puesto en otro país y ella debe elegir entre cruzar la frontera o su familia.
Cuando a un varón se le presentan este tipo de oportunidades siempre elige la condición económicamente más beneficiosa y su familia (mujer e hijos) lo acompaña, cruzan la frontera.
Con la mujer, casi siempre ocurre lo contrario pues son pocas las parejas que aceptan dejar todo y apostarle a la superación de su compañera trasladándose a otro país. Es entonces cuando la mujer debe ponderar entre su profesión y su familia.
Si bien es cierto que no existen leyes ni códigos que impidan a las mujeres cruzar las fronteras, en la práctica rigen códigos familiares y sociales que tácitamente nos imponen esta limitación, al obligarnos a elegir entre nuestras carreras y la familia, pues todavía somos consideradas las únicas responsables de su cuidado y de la crianza de los niños, razón por la cual nosotras nos imponemos esa frontera de cristal.
¡Es hora de cambiar!
Yo creo que las mujeres, que somos madres y abuelas, debemos siempre elegir la
familia al puesto ejecutivo, que mejor puesto de Ejecutiva que cuidar a la familia y darles a los hijos ese amor que solo una madre puede dar y formar con el esposo un hogar que refleje amor y comprension.