Este seis de Febrero fue mi cumpleaños.
Para muchas personas el día de su nacimiento es un acontecimiento excepcional. Para mí es un día que me sirve para reflexionar. La edad que tengo es la mejor que he tenido. El momento que vivo es el mejor de los que el creador me ha podido regalar.
Muchas personas piensan que la razón de su vida es la acumulación de la mayor cantidad de dinero posible.
Me considero un hijo privilegiado de dios, ya que me ha obsequiado la mayor cantidad de amor posible que un ser humano haya podido recibir.
Soy un millonario del amor. En relación a mi anterior cumpleaños; hoy me siento más amado que ese entonces, por lo que haciendo un balance de lo afortunado que fui, hoy soy más afortunado por lo amado que soy y seré mucho más afortunado porque seré más amado en el próximo cumpleaños que tendré.
Intelectualmente he avanzado vertiginosa e inexplicablemente distancias increíbles en relación a la capacidad intelectual que tenía en el año anterior.
Gracias a la tecnología de la actualidad, he podido nutrirme con mucho más conocimiento del que había soñado poseer. Mi capacidad cerebral se encuentra en su mejor momento. Me atrevería a decir que funcionando con mayor eficiencia y productividad que en los años anteriores. Mi memoria funciona mejor cada día.
Puedo leer un libro y a pesar que pase el tiempo, recuerdo las páginas exactas con su respectivo número y el contenido de lo escrito con las mismas palabras que se escribieron en cada una de ellas.
También puedo evocar los recuerdos que grabé cuando era niño como si los estuviera viviendo en este instante. De la misma manera lo hago con todo lo que me sucede cada día y lo grabo en mi memoria para ser utilizado en el momento que lo necesito. Libros, páginas, citas o cualquier información que desee recordar, se almacenan en mi memoria y en el instante que las requiera, las puedo traer a mi conciencia.
Para lo que no tengo buena memoria es para acordarme de mis deudas. No sé si es porque son situaciones que no quiero recordar o porque solo recuerdo lo que me conviene recordar.
Académicamente me encuentro en mi mejor momento. Estoy escribiendo un tratado de psiquiatría donde trato de plasmar todos los conocimientos que aprendí durante mi vida profesional. Este texto lo escribo con mis conceptos personales y es el enfoque latinoamericano de un neuro psiquiatra ecuatoriano sobre mi especialidad.
Desde el punto de vista intelectual, en este año que pasó escribí cuatro libros. Uno de filosofía, una novela, uno de poesía y uno de vivencias compartidas. En el transcurso del año que comienzo haré sus lanzamientos respectivos. También en este que recién empiezo, voy a escribir otros tres libros. El uno es una novela de un hombre obsesionado por las mujeres, el otro es la historia de Enrique Boloña y la mía (dos hombres y un camino), el otro es una narrativa de anécdotas cómicas de mi existencia.
Desde el punto de vista comunicacional, he plasmado editoriales de opinión para diversos medios nacionales e internacionales, sobre diversas circunstancias.
Una de mis pasiones sigue siendo la pintura. En este año pinté ciento cuarenta y dos cuadros, con los que haré mi exposición. La misma será una muestra retrospectiva de las distintas etapas por las que he pasado en el proceso de pintar.
Políticamente me ha ido muy bien. Tengo cuatro propuestas serias para ser candidato a la presidencia de la República. La cristalización de alguna de ellas solo dependerá de mi propia decisión, ya que soy un librepensador y no pertenezco a ninguna tendencia ideológica, peor a algún partido político.
Todo lo que he escrito en los párrafos anteriores no traduce la egolatría propia de un sobrevalorado intelectual.
Por el contrario; es una forma sincera pero al mismo tiempo descriptiva de agradecerle a Dios por todos los dones exageradamente buenos que me ha dado sin ninguna razón entendible para haberlos merecido.
Físicamente estoy en mi mejor momento. Vivo consiente de las limitaciones propias de saber lo que puedo y lo que no debo hacer. No tengo ningún tipo de enfermedad y si la tuviera, jamás me quejaría ni preocuparía a nadie. Por ser como soy, solucionaría en solitario mis problemas, para no causar preocupación en los que quiero.
Tengo la suerte de seguir andando en moto. Hacerlo es una aventura emocionante y uno de los eventos más explosivos y apasionados que puedo experimentar cada semana. Ponerme casco, jeans y botas, es un mágico ritual que me abre la posibilidad de nuevas e indescriptibles correrías.
Amo y soy amado por los que amo. Es una alegría inenarrable el estar con mi familia y poder abrasarlos, besarlos y decirles todos los días que los quiero. La permisividad que me otorgan con su benevolencia para hacerme participar en todos los episodios de su vida, es una recompensa sin comparación a ningún placer sobre la tierra.
Mi relación con Dios cada día está mejor. Cuando era pequeño me portaba bien porque si no lo hacía, me decían que era pecado. Las cosas eran buenas o malas, pero no porque las entendía como buenas o malas por mí propio discernir. Ahora hago cosas buenas y dejo de hacer muchas malas por mí mismo y no porque me lo digan o me lo prohíban.
No tengo que recurrir a nadie para lograr la aprobación de mi conducta y peor para que me pueda perdonar.
A la edad que tengo; lo que deba suceder, sucederá… todo está contemplado en la velocidad del vivir.
Lo triste de este año fue la prematura partida de mis dos hermanos. Todavía no me repongo de esos golpes y porque me conozco; jamás me repondré. Algunos que no sienten los sucesos con la misma intensidad, me dicen que no es para tanto; que ya se me pasará.
Quizás lo piensen de esa manera porque no sienten la vida tan intensamente como yo.
La vida que me queda no será la misma vida sin la vida que me daba la vida de los dos.
Aunque sé que están en un plano superior y gozando en la divinidad de la luz, no ha pasado ni un solo día desde su partida que no los haya recordado con muchas lágrimas de tristeza.
Por estas razones y por infinitas más, solo tengo gratitud hacia la vida que el creador me ha permitido tener en este año que acabo de cumplir.
Por último y no por el hecho de nombrarlos al final; debo agradecerles a cada uno de ustedes. Son amigos que han hecho posible que pueda compartir parte de mi vida durante este año. Han estado vitoreándome con sus buenos deseos cuando estuve en mis momentos buenos, así como también me han brindado su hombro generoso cuando tuve que llorar.
Por eso les agradezco a todos; su amistad no tiene precio, no sé cómo pagarles.
Con el agradecimiento propio de quién no tiene suficientes palabras para agradecer; gracias.
Doctor, parece que el Hacedor de todo lo visible e invisible a quién nos debemos, escogió el 6 de Febrero para traer a uno de sus hijos preferidos a este mundo. Lo que digo lo hago porque haciendo un análisis a su comentario, es lo menos en que puedo concluír. Solo nos falta que Dios, también nos lo tenga preparado para que dirija los destinos de nuestro país, sería grandioso tener a un hombre con su templanza, carisma y profesionalismo comandando los destinos patrios. No quiero compararlo con ningún político para no dañar este comentario, pero creo también que no existe alguien para hacerlo. Solo queda elevar nuestras oraciones al Creador para que se haga realidad la propuesta recibida. Le ruego no publicar esto, mientras usted no sea nuestro Presidente.