Hace pocos días, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, anunció el apoyo “incondicional” de la Fuerza Armada al Gobierno de Nicolás Maduro tras el desmantelamiento de un supuesto plan de golpe de Estado. “La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) reitera su apoyo incondicional y lealtad absoluta a nuestro presidente, comandante en jefe de la FANB, Nicolás Maduro Moros, y reafirma su compromiso con la Constitución”.
La Constitución de Venezuela en su Art. 328, dice: “La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política, (…). En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…”.
El mandato constitucional es clarísimo pero la realidad es totalmente diferente, basta recordar las palabras del entonces Comandante Estratégico Operacional de las Fuerzas Armadas, General Henry Rangel, en 2010: “que los militares venezolanos están casados con el proyecto político de Chávez”.
El último acto oficial que hizo Chávez antes de partir a Cuba y morir, fue posesionar al Almirante Diego Molero como Ministro de Defensa; la respuesta de Molero fue un acto de incondicionalidad, impropia de un militar de honor: “¡Cuente con la lealtad plena de su Fuerza Armada Nacional BolivarianaRodilla en tierra frente a usted mi comandante! ¡Independencia y Patria Socialista!, ¡Viviremos y venceremos”. ¡Qué vergüenza!
Y para que no quede tela de duda, proclamó: “Aquí hay un pueblo y una Fuerza Armada que está unida (…) Estamos para promover la ideología bolivariana y socialista que nos sembró nuestro comandante Presidente que perdurará en el tiempo”.
Haciendo caso omiso a la Constitución, que la Fuerza Armada Nacional (FAN) “…está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna…”, el Almirante Molero, dijo: “Quiero ratificar nuevamente que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es revolucionaria, antiimperialista, socialista y chavista” y reiteró que los militares están dispuestos a luchar para que se cumplan los preceptos que dejó el presidente Hugo Chávez.
Molero, acusado de complotar contra Maduro, fue relevado de sus funciones. (Así mal paga el diablo a sus devotos).
La mayoría de militares de Latinoamérica hacemos vergüenza ajena frente a la actitud servil de los mandos militares venezolanos. Unas Fuerzas Armadas democráticas son incondicionales sólo con su Patria.