El 22 de febrero fue declarado Día del Héroe Nacional mediante decreto ejecutivo 1413 del 29 de octubre de 2008, mismo que fue modificado en el año 2009, cambiando el día 22 por el 21, por el decreto No. 1594, ambos suscritos por el presidente de la República, Rafael Correa.
Por iniciativa de los Militares en Servicio Pasivo de las Fuerzas Armadas, se organizó una ceremonia militar para rendir homenaje a los héroes que en distintas etapas de nuestra historia ofrendaron su vida por la patria.
A los ecuatorianos, en forma especial a los niños y a los jóvenes, se les debe permanentemente recordar nuestra historia, sobre todo identificar los verdaderos referentes que trazaron, con sacrificio, los senderos de libertad, paz y democracia para nuestra patria.
Desgraciadamente, nadie se acuerda de los combatientes que murieron en la Batalla del Pichincha, sus restos reposan en el cementerio público más antiguo de Quito, El Tejar. Las tumbas, de no menos de 300 soldados, entre patriotas y españoles que murieron el 24 de Mayo de 1822, permanecen olvidadas.
Esto sucede con quienes ofrendaron sus vidas por la libertad; igual ocurre con aquellos héroes que entregaron sus vidas defendiendo a su patria en la Guerra de 1941. La Asamblea, el gobierno, las autoridades militares, poco se acuerdan del Mayor Galo Molina Gándara, Comandante Rafael Morán Valverde, Capitán Edmundo Chiriboga, Teniente Hugo Ortiz, Capitán Carlos A. Díaz, Teniente Gustavo Ledesma, Cabo Luis Minacho, etc., todos ellos derramaron su sangre defendiendo heroicamente sus puestos de combate en Quebrada Seca, Rancho Chico, Las Palmas, Chacras, Bejucal, Yaupi, etc. El recuerdo de “La Guerra del 41” y la de los héroes que murieron en defensa de la heredad nacional, desgraciadamente, cada vez se hace borroso.
Quienes lucharon con valor y cayeron en combate en Pichincha, Tarqui, Frontera sur en 1941, Paquisha y el Cenepa, merecen la honrosa distinción de héroe por “Haber realizado extraordinarios o excepcionales actos de valor, con esfuerzo superior al que estaban obligados por el deber, especialmente si el acto heróico contribuye decididamente al resultado favorable de la acción, campaña o guerra o tuviera un alto valor moral”.
La ceremonia militar para honrar a nuestros héroes tuvo como marco de honor el “Templete de los Héroes” en el antiguo Colegio Militar “Eloy Alfaro”; la intervención, no programada, fue la del Ministro de Defensa, quizá se debió a un acto reinvindicatorio porque la ceremonia por los 20 años de la Gesta del Cenepa, tuvo como protagonista a la pantera rosa.
La magnífica semblanza de los acontecimientos históricos, hecha por el General Paco Moncayo, quien fuera Comandante del Ejército de Operaciones en la Gloriosa Gesta del Cenepa, en homenaje a quienes ofrendaron su vida en defensa del honor nacional, tiene el mérito de conservar viva su memoria, de incentivar el espíritu de sacrificio en las nuevas generaciones, así como de incrementar la bibliografía como fuente de investigación que amplíe el conocimiento de la Historia Militar Ecuatoriana.