21 noviembre, 2024

Nunca como ahora hay tanta segregación del negro y “el indio”, separándolos en el Ecuador.

Como lo dice Hersel -Encerrarse en identidades raciales es excluirse del todo nacional-

En cuanto a la identidad física del ecuatoriano, se la hacía por el color de la piel: blanco, trigueño y negro. Y los trigueños se los señalaba en trigueño o morenos oscuros, claro; sin dejar de lado los adicionales de los blancos: -colorados, colorillas- y los albinos. Y en lenguaje romántico se decía “piel canela”, “lavaditos”, etc., etc.

De siete años acá el negro ha pasado a ser un aparte del conglomerado ecuatoriano.

A los de color trigueños o blancos, nos da tanto temor de que nos oigan llamar negro a un negro, porque hay que decirle afro-ecuatoriano, negándole, en ese caso, el americanismo.

Los de hoy, muy distantes de los que trajo Alfaro hace más de un siglo, tampoco africanos puros, comprados para construir el ferrocarril; de cuyos campamentos donde pernoctaban, algunos huyeron y quedaron libres para siempre; fusionándose para producir los mestizos, hijos de la mezcla con los indígenas y cuánto otro ecuatoriano, también descendientes de ese mestizaje realizado con los conquistadores desde hace unos cuantos siglos atrás.

Un aparte para hablar del mestizaje de los llamados blancos con los nativos americanos que, cuando ya vinieron a América habían sido invadidos por los moros del África septentrional-que no eran blancos.

Lo cierto, es que si hablamos de raza, hay una sola raza en el mundo-la mestiza: americana, europea, asiática, africana, etc., etc.

En el Ecuador vivieron los negros auto excluidos, formando sus propios recintos, ejemplo en el Valle del Chota de nuestra Sierra, siempre auto segregándose; aún en las ciudades a donde emigran-especialmente en Guayaquil- auto nominando sus propios barrios. Pero también tenemos los orgullosos de su valía como los esmeraldeños, sin complejos se sintieron siempre ecuatorianos y libres; de los que han surgido verdaderos valores nacionales, ejerciendo la educación como base fundamental de libertad y democracia. Las Universidades del país, siempre han tenido negros en sus aulas y cátedras en los podios sociales y políticos; nos faltarían los dedos de las manos para enumerar ecuatorianos negros sobresalientes y también blancos y trigueños, descendientes de ellos.

Por lo que, en pleno siglo XXI, se hable de razas puras, es cursi; el mestizaje es evidente haciendo realidad lo que Justino Cornejo aseveraba que De inga y de mandinga, todos tenemos un poco.

De ahí que un “Tin” Delgado se sienta ofendido racialmente y con él un grupo de ecuatorianos de color negro, porque se le hizo broma a su “tartamudeo”, porque así es como lo caracterizó muy gentil y graciosamente Bonil, es un absurdo; cuando debía tomárselo como crítica y estímulo a que ejerza el deber y el derecho a estudiar, que tenemos todos los ecuatorianos.

Si bien nuestro “Tin” es una gran estrella futbolista, para ocupar un puesto en la Asamblea debe tener un nivel de educación de alto rango, que va desde saber leer bien y tener una cultura política superior… y esto para todos los asambleístas de cualquier color de piel. ¿Acaso no hemos tenido en el Congresos esa clase de hombres cultos, preparados de gran valía?

En cuanto a los indios: Alguna vez que daba una conferencia en Alemania, luego de preguntas como -¿Tienen ustedes refrigeradora? -¿su ropa por qué no la usa?…- etc., etc. un joven me preguntó –Y los indios van a la escuela?*

Y yo les contestaba –Si van a la escuela, colegios y universidades… tenemos tantos doctores, médicos, abogados, ingenieros, artistas, empresarios, comerciantes salidos de ella que, incluso, hablan algunos idiomas, “hasta alemán…”- Les hablaba de Espejo, de Guayasamin y uno que se destacaba al momento allá, el Dr. Maiguashca autor del libro –El indio cerebro y corazón de América-donde señalaba Pio Jaramillo Alvarado la grandeza del mestizaje y a su hijo, un famoso pianista que había dado conciertos en Alemania, en ese tiempo. Recalcando que indios puros no existen ya desde hace más de 400 años y que todos, hasta el de poncho y alpargata son mestizos.

Yo soy uno de ellos decía -mestiza ecuatoriana-americana y con el -¡Ah!- de asombro venía la otra discusión del americanismo que siempre se creyó patrimonio solo de E.E.U.U.

Un alumno me preguntó –¿Su color es del sol o de la raza? –De los dos- contesté y pasé a explicarle, lo que significaba el mestizaje y puse como ejemplo su físico –bello, con pelo rubio y ese “ensortijado”… tal vez rezago de algún negro en su antepasado.

Como igual nuestros indios, algunos con bigote, barba, ojos claros – tal vez resultado de esa “ley de la pernada” impuesta en la colonia sobre la india novia…¿?

Otro argumento cierto es que el hombre desde que existió, fue nómada y procreador en cada sitio poblado al que llegaba por lo que –hablar de razas puras en pleno siglo XXI, es ridículo.

Y los que se creen indios, negros o blancos puros, ¡Intégrense como ecuatorianos para engrandecer nuestra Patria!

* Del libro Poema Pedagógico 2-3 de mis vivencias como maestras ecuatoriana en Alemania.

Artículos relacionados

El Jazz

EN MI CRITERIO, EL JAZZ NACIÓ EN LOUISIANA, para otros en Francia. Alguna ocasión en Louisiana, pasé por un bar, en el que un conjunto tocaba, no me detuve. Los negros de […]

Noches de Terraza

Una terraza es un espacio similar a una habitación, pero sin muros e inclusive puede ser sin techo y puede ser usada para múltiples fines: lugar de reunión, de entretenimiento, de relax, […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×