El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer y en ocasión de la conmemoración la Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres hizo una importante declaración: «la decepcionante brecha entre las normas y la implementación de la Plataforma de Acción de Beijing indica un fracaso colectivo de liderazgo respecto al progreso de las mujeres», «las y los líderes a los cuales se había encomendado el poder de hacer realidad las promesas expresadas en Beijing han fallado a las mujeres y a las niñas».
Tales expresiones obedecen a un acreditado examen mundial que calificó el ritmo del progreso de las mujeres en los últimos 20 años como «inaceptablemente lento, con esferas de estancamiento y regresión», confirmando que de los 189 países que respaldaron la Plataforma de Acción, ninguno ha logrado la igualdad de género, entre ellos Ecuador, quien recientemente fue observado por el Comité de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres, cuyas expertas se mostraron «profundamente preocupadas» por los altos índices de violencia contra el sexo femenino, expresando su sorpresa porque el Gobierno ecuatoriano no tiene una estrategia para prevenir y eliminar la violencia contra la mujer ni la discriminación laboral. El Ministerio del Trabajo no perdió tiempo y suscribió la semana pasada un Plan de Acción con ONU Mujeres para promover políticas públicas con enfoque de género en el área laboral, pues a decir de su titular, las remuneraciones para ellas son «sustancialmente» menores a las de los hombres, y su subempleo alcanza el 60%. Las medidas de acción afirmativa para erradicar la discriminación laboral a la mujer en nuestro país son las más avanzadas de la región, por ello el problema no radica en la normativa, sino en la falta de control y aplicación.
Muchas esperamos que en este mes de la mujer el plan de acción sea efectivo y con recursos económicos que permitan su materialización, caso contrario nos quedamos con las firmas y buenas intensiones, con lo cual seguiremos siendo parte del fracaso colectivo.