24 noviembre, 2024

No hables

Los días pasan y se  siente  algo diferente cada día, a veces dolor, a veces miedo, a veces rabia, ¿resignación?

“No te resignes, ¡quiéreme!

De nada vale ganar al mundo si has perdido a Dios. Perder a Dios es perder el horizonte, es perder todo lo que tiene sentido, todo lo que vale la pena.

¡Perder a Dios!, es fácil, tan fácil, dejarlo del otro lado de la vida, por unas horas…

De mentira en mentira y se llega a tanta falsedad; “así soy yo”, “así soy yo con todo el mundo”; y bueno, es  tu lista, al final de tu lista, en cualquier lugar, en el lugar que me acomodes…y aún así sigo confiando.

Se habla tanto de no entregar la felicidad de tu vida en las manos de otras personas, pero aún no entiendo cómo se construye una felicidad un tanto “autista”, encerrada en sí, la felicidad para ser, necesita  compartirse.

Es cuestión de un instante darle la vuelta al  corazón, buscando la felicidad en un mundo aparte, en un mundo paralelo, en  otra vida,… ¿a dónde estaba tu amor mientras buscabas? ¿O mientras te dejabas encontrar por  quien no era tu amor?

Es verdad que la gente puede buscar…pero solo de ti depende dejar que te encuentren…

No Doubt, interpreta maravillosamente una canción de amor, o más bien, una canción de pena: Don’t Speak, dice algo así:

No hables.

Sé exactamente lo que estás diciendo.

Así que por favor deja de explicar.

No me cuentes porque me duele.

No hables

Sé lo que estás pensando.

No necesito tus razones.

No me cuentes porque me duele…

No hay razón, no hay excusa, no hay manera.

Simplemente confías en alguien, y ese alguien se olvida de ti, acepta el reto del mundo y sus placeres,  te dice con un golpe resonante, ¡no me importas!, hubo algo, algo que  me atrajo tanto que me olvide de ti, quise probar, sentir, sentí…Te pone adentro de un paréntesis hasta que la lluvia cese…

Mejor, es no decir nada…no hables, duele demasiado.

Y así son las cosas de la vida, el mundo sigue, la tierra gira, la política, los precios suben, los impuestos avanzan, hay inconformidad, no sé si hay esperanza…

La propuesta es que el mundo mejor no puede ser concebido desde afuera, el mundo mejor comienza en cada uno, adentro, respetando, siendo coherentes.

El verbo respetar se conjuga en todas las personas: yo, té, él, nosotros, vosotros, ellos.

Sube el precio del petróleo, ¿cuál es tu precio?

Más impuestos que pagar… ¿con qué flagelas tú?

Ten presente que  tus actos  hablan por ti.

El sacerdote jesuita, Anthony de Mello cita a Sócrates, en su libro “Despierta”: “La vida no revisada no merece la pena ser vivida”.

Richard Bach, autor de Juan Salvador Gaviota, escribió: “Ya puedes tener toda la experiencia del mundo. Si no la usas, no la tienes. No olvides nunca lo que sabes”

MI abuelo Armando me dejó una nota para toda la vida: “Que tus actos tengan como guía lo que determine tu cerebro por medio de su lógica; así, cuanto hagas no te dará ni sufrimiento, ni arrepentimientos…”

Aplica para todos y a todo…

Ni el mundo, ni el país, ni el gobierno…En la política hay tanta deslealtad como en la vida. La vida es como una caja de sorpresas y las situaciones se repiten en cualquier ambiente. Hay que ser “como niños”, no “ser niños”…hay que confiar pero estar atentos.

Mi cuñado Germán repite con sabiduría: “No te preocupes, pero tampoco te despreocupes”

El cambio empieza en cada uno, ¡ser conscientes!, darse cuenta  y avanzar.  ¡Despierta!

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