22 noviembre, 2024

Tecnología, Historia, Recuerdos de Vida

Cómo está afectando la tecnología a la historia de la humanidad y la de nuestras vidas y recuerdos, con un muy alto riesgo de perder todo lo pasado para vivir el inmediatismo, creando una cultura débil y vulnerable, así como voluble y cambiante según las modas y circunstancias de cada día.

Desde los tiempos de las escrituras de jeroglíficos y otros sobre piedras, papiros hasta la creación de la imprenta y con ella la multiplicación y difusión en papel del conocimiento, creatividad y documentación del ser y hacer del hombre, con los dos hermosos instrumentos: el libro y la fotografía, hemos podido mantener no solo en lo que corresponde a la humanidad en su conjunto, su historia y registro, también en lo personal, de todos los momentos memorables de nuestras vidas.

Voy a tratar de compartir con ustedes, amables lectores, algunas reflexiones sobre los procesos que están cambiando día a día nuestras vidas.

Por ejemplo, cuando dialogamos en familia sobre nuestros bisabuelos, abuelos, padres e hijos, podemos revisar en papel las fotografías, escritos, reportajes y recortes de diarios, revistas de todo tipo, incluso las de colegios y universidades.  En la actualidad y debido a las nuevas tecnologías, las huellas de las grabaciones de estos momentos están en los baúles de los recuerdos y del olvido.

Fueron grabados en sistemas que ya no existen, cintas magnetofónicas, VHS o Betamax, por mencionar algunos, así como en cámaras de fotos digitales o teléfonos celulares, y si no hemos transferido esa información a los nuevos sistemas tecnológicos, nuestras cintas VHS, Betamax etc., se perdieron, pues los equipos para reproducirlos, si por alguna razón se estropearon e inutilizaron, no hay quien los repare y con ello no podemos revivir y recordar al ver imágenes que hemos perdido debido a los cambios tecnológicos.

Así han ido al baúl del olvido bodas, graduaciones y todos los eventos que constituyen las historias de nuestras vidas, lo único que perdura son las fotografías en papel.

Lo anterior se aplica en lo personal, y en lo comunitario sucede lo mismo. Si los gobiernos y sus instituciones no se preocupan de hacer continua y permanentemente la transferencia de la información a cada nuevo sistema tecnológico, se perderá poco a poco la historia y con ello las raíces  y pilares que sostienen a la humanidad.

Por ello nunca debe morir ni el libro ni la foto impresa que nos ha permitido, en forma sencilla, fácil y ágil, conocer y conservar la historia de nuestros países, pueblos y de la humanidad.

Veamos otros ejemplos.  Con los celulares estamos inundados de fotografías. ¿Cuántas de ellas guardamos en algún archivo documental, electrónico o impreso? Seguramente se nos agotó la capacidad de la memoria del equipo electrónico y borramos en celulares, computadoras o cámaras las fotos obtenidas, convirtiendo el proceso de imágenes en juegos transitorios de momentos que escasa o rara vez documentarán la historia de nuestras vidas.  Todo pasa a ser transitorio, todo se puede borrar “delete”, eliminar, anular y con ello hasta sentimientos y recuerdos vividos.

Mis nietos y sus vidas tienen mayoritariamente registros electrónicos, si sus padres no transfieren dichos registros a cada nueva creación y desarrollo tecnológico, se perderán y con ello perderán las historias de sus vidas y cómo fueron de niños y jóvenes.

De hecho, muchos de mis registros en VHS y/o Betamax y grabaciones, los he perdido, y otros no los puedo ver sino reparo los reproductores de la época.

Reitero el alto riesgo de perder, no solo en lo personal, los registros de dónde venimos, cómo crecimos, en quiénes nos convertimos; lo grave es que lo estamos perdiendo en el conjunto de la sociedad y la humanidad, de las ciudades, países y continentes.

Este es un llamado a que todos los países tengan obligatoriamente instituciones responsables de transferir sus archivos electrónicos a los cambios de cada época y mantener en libros y fotos los respaldos en papel, para que en el futuro ante cualquier limitante de cualquier índole, no perdamos todo por la ilusión y encanto que nos generan las nuevas tecnologías.

Al paso que vamos, nos estamos convirtiendo en seres humanos y países indocumentados históricamente.

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2 comentarios

  1. Muy cierto lo que dice; pero vale la pena recuperar dichas memorias grabadas en formatos antiguos, así mismo, fotos y negativos. Hay en el comercio aparatos que convierten con buena calidad dichos recuerdos. Ademas, los discos de memoria digitales son bastante baratos. Así que, a guardar todos esos recuerdos que seguro los disfrutaran nuestros descendientes.

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