Nos conocimos hace quizás más de una década y bastó muy poco para que te conviertas en el amigo leal que fuiste, le metimos “ñeque”, como decía nuestro querido L.F.C., a las Juventudes del Partido y en tu carro recorrimos muchas provincias haciendo gestión política y difundiendo lo que considerábamos necesario para fortalecernos como estructura juvenil.
Ahora JOTA, ya no estás terrenalmente en nuestro entorno, has pasado a una mejor vida, considero que muy rápido, Sí, pero no soy yo quien debe protestar por el camino que ha marcado tu destino, sé que estás más tranquilo y descansando en santa paz, te lo mereces JOTA, tu siempre fuiste una buena persona.
Tu forma de ver la vida era un dilema, siempre recuerdo tus palabras y tu optimismo para ver las cosas, nunca te amilanaste ante alguna adversidad y te buscabas la vida, según como se te iban presentando los problemas, nunca te vi estresado, eras de los que nos bajabas el stress con tus ocurrencias, fuiste el catalizador entre la diversidad de caracteres de nuestro grupo y siempre te saliste con la tuya llevando las aguas correntosas a su cauce normal, esa fue una de tus más grandes virtudes.
Espero JOTA, que junto a nuestro Creador, sigas siendo el fiel amigo que fuiste, que nos sigas protegiendo ya desde una mirada superior a la nuestra y que tu bondad y don de gente se siga derramando entre tus amigos aunque ya materialmente no estemos juntos.
Que Dios te guarde en su gloria y te de descanso eterno para el Alma, querido Amigo José Javier.