Las yucas son plantas suculentas del género Yucca, compuesto por una cincuentena de especies de la familia Agavaceae nativas de Norte y Centroamérica, características por sus rosetas de hojas con forma de espadas y por sus racimos de flores blancas.
Realmente fue divertido el “’affaire de la Maniokkijuurtena’ (Yucca)”, que hubiese pasado desapercibido si no se producía el heroico acto de, acompañado de cuantiosa guardia pretoriana, bajarse el emperador del carruaje e increpar a un muchachuelo por efectuar un muy típico y representativo gesto que mostraba el sentimiento de la población.
Llama la atención la presencia de la esposa en el carro acompañándole a un acto de desafío a sus mandantes; puesto que no fue invitada a la visita al Papa que era una visita de Estado.
Muchos economistas ecuatorianos que si estudiaron (dejemos aparte a los encumbrados mundiales) advierten que nuestro futuro socio-económico es más negro que el “hueco negro astrológico”.
Según la teoría de la relatividad, la luz emitida por una estrella pierde algo de su energía al avanzar contra el campo gravitatorio de la estrella (La práctica de modelos que han salido muy mal). Cuanto más intenso es el campo, tanto mayor es la pérdida de energía, lo cual ha sido comprobado experimentalmente en el espacio y en el laboratorio.
Aprendiendo de nuestra historia, requerimos urgente una nueva Misión Kemmerer en el Ecuador. Sin metas de creación de un Banco Central, sino más bien de carácter integral que incluya proyectos encaminados a la reorganización fiscal, restauración del crédito nacional, refuerzos a la total separación de los poderes y jerarquías, bancarias y de obras públicas. Fórmulas que tendrán que ser acogidas sin modificación y entrar en vigencia inmediatamente.
El Ecuador aceptó el modelo establecido por Kemmerer con la esperanza de aliviar la crisis inflacionaria en que estaba sumido desde 1914 y lograr la «reconstrucción económica del país.
La preocupación central, era sanear la política monetaria y justamente en este sentido el Banco Central a través de sus Directores adoptaría sin cuestionamientos las recomendaciones y posteriormente apegado estrictamente a las mismas.
En relación al Directorio y a los tecnicos nacionales, es manifiesto el escaso cuestionamiento a los planteamientos de Kemmerer y el apego disciplinado a sus postulados. Por otra parte, y hasta mediados de la década de los treinta se siguió recurriendo a sus consejos, aun cuando debió reajustarse su modelo.
“El Gobierno soy yo”: Todos los demás son bestias o enfermos. Un Jefe de Estado orientado exclusivamente a aquello y olvidar el desarrollo o la promoción de actividades productivas, hunde el barco.
El apego irrestricto al modelo, la discusión de temas de trascendencia visceral personal, la asignación de sueldos que crean gastos elevados, la falta de oportunidad en la toma de decisiones, son artífices del deciento por la aplicación irrestricta del «recetario» ordenado, el que ante todo remarca la estabilidad del culto a sí mismo, prescindiendo de otras consideraciones.
Se debe frenar los déficits presupuestarios que ocasionan presiones inflacionarias y obligar al Gobierno a financiar sus requerimientos mediante métodos más adecuados.
La «norma» de exprimir al ciudadano desencadena una crisis de estanflación al interior del país. Un remedio universal, «estandarizado», adoptado sin reparos y a largo plazo, provoca un mal peor que la enfermedad. Hay la necesidad de advertir acerca de las consecuencias negativas a que esto conducirá en una economía dolarizada como la nuestra y que sería más nefasta el dejarla.
La planificación centralizada en un Dictador, lleva implícito estar destinado al fracaso. Lo inevitable es que el camino de la burocratización de las actividades económicas de los individuos tiene como destino seguro el despilfarro, la reducción de la riqueza, la supresión de las oportunidades de crecimiento y la miseria de la población.
Esperamos pues que el conocimiento general de este tema nos impulse a oponernos fehacientemente a que un individuo “iluminado” pretenda dirigir nuestra vida y restringir cualquier manifestación de libertad.
Que tenga un buen día…me place dirigirme a usted, distinguido Sr. Kure, he leido y comparto plenamente sus opiniones, felicito la frontalidad de las mismas y es más, me he permitido compartir con mis amistades…Como sugerencia, si usted me permite, con sus argumentos, realizar una cronología de la nefasta era correista, desde los inicios, con sus imaginarias propuestas, y que van descencadenando el descubrimiento de la actual postura dictatorial, engalanando las sabatinas con verdades convertidas en mentiras y con mentiras hechas realidad a la luz de los incautos ciudadanos que a veces obligados, otras por conservar sus empleos y «unitos» por tener confusión mental, le seguin a todas partes, que hay que identificarles, para no olvidar quienes han traicionado al verdadero pueblo. Con sentimientos de consideración. Jorge Vera Bustos
Distinguido señor Jorge Vera Bustos,
Muchas gracias por sus términos y hacer lo que un buen ecuatoriano busca: La unión y superación de los conciudadanos.
Atentamente,
Antonio Kure