Los agresores de niños

Un adulto que agrede a un niño es un abusivo que lo hace por dos causas.

O es un enajenado mental o es un perverso.

No existen más explicaciones desde el punto de vista psiquiátrico.No hay más causas que buscar al tratar de encontrar una explicación clínica para esta anormal y aberrante conducta.

El que agrede a un niño de manera física, verbal y peor si lo hace de las dos maneras,  padece una grave alteración clínica de su forma de ser.

Son individuos que no tienen conciencia de enfermedad.

Están íntimamente convencidos de que los enfermos son todos los demás; menos ellos. Actúan con una agresividad desproporcionada frente a cualquier estímulo por pequeño que este sea, que provoque su explosiva reacción.

Son individuos que tienen un pensamiento enfermizo. Distorsionan y mal interpretan su realidad. Piensan que el menor que se encuentra frente a ellos los quiere agraviar, irrespetar, insultaro incluso pueden llegar a pensar que hasta los quieren matar.

Esta alteración paranoide de su pensamiento, los hace tenerla íntima convicción de que los niños les quieren hacer algún tipo de daño. Para que dentro de su perturbada mente esto no les suceda;ellos agreden al niño.

Esta agresividad la llevan de una forma oculta, hasta el momento en que ellos creen que su integridad física o lo que representan, está siendo amenazada.

Pero muy superficialmente y por conveniencia, estos agresores pueden incluso aparentar que quieren a los niños. Es frecuente verlos abrazados con menores en los actos públicos. Pero en el instante en que por alguna causa que sea propiciada por alguna acción del niño o porque el perverso interprete mal su realidad, inmediatamente comenzará a manifestarse su agresión.

Frente a la aparente simpatía que pueden exteriorizar públicamente al estar junto a los niños, tarde o temprano el agresor distorsionará la interpretación de su realidad y creerá que es el niño el que lo está agrediendo o faltándole el respeto, por lo que el será quién lo agredirá.

Esta agresión puede ser física o verbal, pero siempre será abusiva.

Un agresor de niños es un peligro para la sociedad.

El segundo caso es el agresor perverso.

Este es un perverso que tiene en perfecto estado a sus funciones mentales, pero su conducta se caracteriza por ser un permanente agresor de los niños.

Son individuos con severos traumas psicológicos que padecen desde su infancia y que proyectan sus propios odios interiores, hacia todo niño que simbolice el niño feliz que ellos nunca pudieron ser.

Se ha descrito en múltiples tratados de psicopatología que estos resentimientos son originados  por traumas psicológicos que se dan a consecuencia de la ausencia definitiva y traumática de uno de los padres.

Los individuos que se encuadran en esta categoría son los narcisos sobre valorados de si mismo, que se encuentran convencidos de que todos y especialmente los niños deben rendirles pleitesía y acatar su autoridad sin discusión.

Abusan de su cargo y su superioridad física.

Obtienen una satisfacción libidinosa, al saber que con su actitud autoritaria han impuesto un castigo ejemplarizador  al desafortunado menor que sin culpa alguna ni razón, han agredido.

Sea cualquiera de las dos causas a las que pertenezca el agresor, este es un abusivo al que no se le debe permitir el uso del poder.

Si un individuo es capaz de agredir a un niño, también será capaz de agredir a una mujer, un hombre o a cualquier anciano que se le ponga en frente. Insultará, golpeará y eliminará a todo el que se le oponga.

La historia nos da grandes ejemplos de tiranos agresores que con su prepotencia han escrito páginas terroríficas que se llenan de vergüenza para la humanidad.

Un individuo patológico que agrede a un niño es un enfermo.

Un individuo vanidoso que agrede a un niño es una lacra social…