¡Fuera… ! ¡Fuera Correa… !

“Cuando la tiranía se hace ley, la rebelión es un derecho!”,
Simón Bolívar

“El gobernante que no permite hablar ni escribir es tirano;  el pueblo que no puede ni lo uno ni lo otro, es esclavo”.
Juan Montalvo.  

Sí… “! FUERA…! ¡ FUERA  CORREA…! Es el  actual grito que sale de la mayoría de las gargantas  de ecuatorianos,  en la mayoría  de las calles,  de las mayorías  de  las ciudades  de Ecuador…  Blancos, indígenas, negros, cholos,  mulatos  con dinero o sin dinero  en los bolsillos, juntos,  como en un inmenso coro, sin líderes ni pastoreo,  gritan  dos vocablos convertidos,  por la magia de la indignación  contenida,  en una airada síntesis de tanto  dolor  soportado …  ¡FUERA…!  FUERA  CORREA…! ¿Rabia,  impotencia, desconcierto?   Es  el  padre  que no logra  trabajo estable,  la madre  sin saber qué hacer para alimentar a sus hijos,   los estudiantes  asediados  por  los narcos  en las escuelas,  los vecinos que ven morir, todos los días, a sus familiares en manos de sicarios,   el aguante  popular  cotidiano  de  horas y horas  en  hospitales públicos  para ser mal atendidos, un salario mínimo que es una máxima sinvergüencería de Estado. Rabia… Impotencia… Desconcierto… Pero que hoy, unidos y en conjunción,  están definiendo  el retorno de la  república  a sus cauces  democráticos de libertad y justicia…  O sea, la salida  inmediata de Rafael Correa Delgado de la presidencia  del país, junto con sus funcionarios responsables del régimen y  el fin de la legislatura borrega. COMO QUE EL TIEMPO DE LOS ARREGLOS  HA CONCLUIDO!

Pero, claro está,  tal apreciación  no es algo emotivo. Ni glandular. Ni instintivo. Ni apareció de la noche a la mañana. Son  prácticamente  8 años  del ir creciendo dictatorial, por parte  de un jefe de estado  que  debió ser, desde el primer momento, un ejemplo de  transparencia, de honestidad, de franqueza. Para desgracia nacional,  sin embargo, ha llegado a transformarse en un  autócrata  con pretensiones  tiránicas. Justicia, legislación y ejecutivo  son, de facto, las 3 funciones hoy manipuladas  por su poder de mando. Para Rafael Correa, confundiendo  toda  la jurisprudencia  de un Estado de derecho,  su estatus de jefe de estado significa, y así lo ha declarado,  ser  jefe en mando de todos los poderes  organizativos y administrativos  de la república. En algún momento, incluso, reclamó ser respetado, en  cuanto a no contradecirle, por la majestad de su cargo… ¿Un monarca sin corona?  Al parecer,  definitivamente,  ha perdido  el camino de la democracia.  Como lo  denuncia su hermano Fabricio en un video  público,  “LA  IDEA  DE GOBIERNO DE RAFAEL SIEMPRE FUE  MANDAR EN UN ESTADO TOTALITARIO”.

En semejante contexto  estos son algunos aspectos  que están haciendo tanto daño a la nación: a) violación gubernamental permanente a la Constitución, b) desacato  a las leyes  y normas nacionales e internacionales  que regulan un Estado de derecho, c) censura  continua no solo a la prensa sino a todo lo  que no está de acuerdo con los criterios del gobierno y, en particular, con las ideas y hasta con los deseos del presidente, d) persecución a periodistas, escritores,  educadores  con amenazas de multas y cárcel, e) la justicia está  aherrojada  y jueces y fiscales  no tienen libertad de decisión, f) no hay control del gasto público y la contraloría de la nación  juega un papel de sumisión  al ejecutivo, g) )  una  burocracia, en su mayoría  pago del clientelismo electoral  del gobierno, consume cientos de millones  de dólares, sin transparentar  los resultados de su existencia, h) La deuda externa, que en este año creció a cerca de 17.000 millones de dólares USA,  es la más grande que el país está padeciendo desde su fundación,  con el saqueo  al   petróleo y negociado con una  China interesada  en convertirse en la líder del capitalismo mundial.

Todo esto  enredado  en una dedocracia financiera dictatorial, que genera convenios y contratos de cientos de millones de dólares USA. No hay que olvidar que este  rechoncho  Estado impuestero,  que no devuelve  en obras  oportunas  sus captaciones económicas, tampoco consulta a los pueblos originarios el uso de recursos no renovables en sus territorios, como obliga la Constitución, atentando, en un contexto de genocidio,  a sus comunidades. Pero el FUERA…!, FUERA CORREA!   está  cohesionando  su intención,  en una práctica posible,  con  los  nuevos  y malintencionados  gravámenes  contra la herencia y la liquidación de las empresas familiares (más del 70% del inventario empresarial del país). Es el atentado más cínico e irresponsable  del correismo, contra todo tipo de propiedad al  margen del manejo del Estado. A VER SI LA VERDAD COMIENZA A REVELARSE… TODOS LOS ECUATORIANOS DEBEMOS, SIN MIEDO,  PRONUNCIARNOS.  El problema  con este gobierno  no es únicamente las  últimas leyes sobre la propiedad y contra la unidad familiar.  El problema  de este gobierno son los 8 años de prepotencia dictatorial, y la indefensión jurídica y social  a que  Ecuador está sometido. Sin justicia!. Sin libertad! COMO QUE EL TIEMPO DE LOS ARREGLOS HA CONCLUIDO.