21 noviembre, 2024

Ganadores y Perdedores

Las marchas y las contramarchas que están sucediendo en país, tienen su propia razón de ser y también su propia interpretación para quienes las propician, las padecen o se benefician de ellas.

En todo esto hay varios ganadores y solo perdedor.

Estas marchas no son hechas por una causa específica, ni por una sola razón nacional.

Tienen en común la manifestación pública del descontento ciudadano, que se expresa contra el autoritario accionar del gobierno nacional.

Bajo este criterio, las marchas constituyen el nacimiento de una masiva protesta popular y son la demostración colectiva de que el miedo se comienza a perder.

Una vez vencido el miedo, parecería que este es el comienzo de la recuperación de nuestra propia identidad.

Analicemos las dos causas de las marchas.

Una de ellas sería que todos los que han marchado y seguirán marchando, quieren que Correa renuncie y abandone el poder.

Si esta fuera la verdadera causa de la marcha, la misma no tendría sentido, ya que haría de la movilización una manifestación inconstitucional y le daría al gobierno una razón legal para impedirla.

Con esta primera causa, las marchas solo cesarían cuando Correa sea destituido o renuncie; esto no pasará.

También con este primer motivo, ningún político se atrevería a ser la cabeza visible de estas marchas, por temor a que lo metan preso o porque si se hubiera logrado que Correa se vaya… ¿quién se beneficiaría con lo logrado?.

Los políticos astutos quieren capitalizar esta protesta, para ubicarse como los líderes del anti Correísmo nacional.

Esto lo harían al auto otorgarse la representatividad de todos, pero sin involucrase en la verdadera causa de la marcha.

La otra razón políticamente menos rentable, es que con estas marchas se pretenda derogar la ley del impuesto a la herencia o se la modifique, haciendo que la misma sea más flexible.

Esta causa todavía es menos rentable políticamente, ya que no todos los que marchan tienen casas y muchos de ellos marchan solo para que Correa se vaya.

Esta segunda razón en sí mismo no genera una masiva respuesta colectiva lo suficientemente importante, como para que ningún político la necesite usar para capitalizar sus futuras ambiciones electorales.

A menos de que una situación extraordinaria no planificada suceda, es previsible lo que pasará.

En resumen, las marchas tienen una causa difusa; su resultado también será difuso.

Esto ya ha pasado en la ciudad de Guayaquil.

Recordemos que aquí se hizo una multitudinaria marcha cívica que albergó a 150.000 personas y nada pasó.

Sin embargo quiero recordarles, que en Quito fueron dos mil indígenas en las calles los que destituyeron a Lucio Gutiérrez.

La razón es bastante sencilla de comprender.

No importa la cantidad de gente que desfile en Guayaquil; el poder se encuentra en Quito.

Incluso para el gobierno es conveniente permitir que la gente masivamente exprese su descontento en las calles.

Esto es como darle a los ciudadanos la posibilidad de que participen en una terapia de grupo popular, para que los resentimientos, odios y descontentos, se puedan sacar del interior de las personas y con esto lograr que la ciudadanía se quede más tranquila por haber sacado de sus entrañas sus malas vibras.

¡Qué mejor manera de hacerlo que de una manera colectiva y sin que nadie se lastime!.

En las marchas veremos como siempre a los mismos de siempre.

Durante el evento discursearán y gritarán desafiando al gobierno y haciendo las mismas promesas de enfrentarlo, de luchar contra el autoritarismo, etc.

Es la misma manipulación de siempre.

Como consecuencia de estas marchas hay varios ganadores y un perdedor.

Para entender este concepto, hay que compararlo a una pelea de gallos pactada por dos galleros que quieren hacer una pelea en el futuro.

Antes de la pelea, un gallero coge a un gallo (lo tiene bien cogido para que no se suelte) y lo enfrenta a otro gallo (que está también bien cogido por el otro gallero para que tampoco se  suelte).

Los dos galleros acercan y alejan a sus gallos para que brutalmente cacareen, agiten sus alas y se picoteen para hacer la pantomima de que van a pelear.

Todo es un simulacro de una pelea que no se dará y todo termina sin que los galleros hayan soltado a sus respectivos gallos.

En este simulacro siempre habrá dos ganadores.

Cada uno de los gallos sentirá que le ganó al otro gallo y los seguidores de cada gallo dirán que su gallo ganó.

La verdad es que ni siquiera hubo la pelea.

Todo fue un parapeto armado por los galleros para presumir que su gallo era mucho mejor  peleador que el otro gallo.

La realidad es que nada sucedió y en el fondo los galleros se habían puesto de acuerdo para que sus gallos no peleen.

Solo querían generar las expectativas y medir la respuesta de la gente, para saber lo que pasaría si de verdad tuvieran que pelear y cuál sería el resultado de las apuestas por ello.

En nuestro país pasa lo mismo que con los gallos.

Correa y su gente dirán que son los ganadores.

Para ello minimizarán las marchas de los opositores y si es astuto, ordenará por debajo de la mesa a la asamblea para que modifique o derogue la ley de la herencia.

Suprimida la causa, suprimido el efecto.

Muerta la ley, muerta la marcha.

De esa manera, Correa mantendría su autoridad intacta y le endosará la papa caliente del problema político a los asambleístas.

Otro ganador es el primer personero del puerto.

Si logra capitalizar una marcha masiva (él sabe cómo hacerlo) se convertirá en la cabeza del descontento anti gubernamental del país.

Esto le permitirá especular con el crecimiento o decrecimiento de su imagen a nivel nacional, para saber si puede terciar en una futura contienda presidencial.

Por eso hay dos ganadores y un perdedor.

El perdedor es Guillermo Lasso.

Pierde porque él no puede representar por sí mismo a todo el conglomerado de la gente que marchará.

Pierde por que no tiene las condiciones naturales para ser el líder popular que un movimiento masivo de esta naturaleza requiere.

Con la cantidad de dinero que ha gastado en hacer una estructura empresarial de su partido, sería más práctico de su parte, que busque un buen candidato que no sea político para que se beneficie de la bien organizada maquinaria electoral que tiene.

Lasso es un hombre inteligente; no lo dudo.

Lamentablemente carece de las condiciones naturales de carisma e identificación con las masas que se necesita para ser uno más del pueblo.

“El banquero del pueblo” no creo que sea el hombre que represente al que vende botellas de agua debajo de un semáforo y jamás ha tenido una cuenta bancaria.

También hay otros ganadores.

Ganadores son los marchistas, ya que como si estuvieran en una inmensa terapia grupal, podrán sacar afuera de sí todos los resentimientos acumulados por el autoritarismo y la prepotencia de los que tienen el poder.

Ganadores también serán los que venden jugos, los coleros, los vendedores de agua.

Ganadores serán los vendedores de comida, los que venden camisetas con logotipos “fuera Correa” etc.

Ganadores serán los dueños de las papelerías por la venta de las cartulinas (para los letreros de “fuera Correa”)

Ganadores serán los que venden marcadores negros y a colores, también los que venden gorras, los que venden zapatos de caucho etc.

Ganadores serán los choros y los ladrones (que robarán todos los radios, espejos y tapacubos de los carros que se parquearán a tres cuadras de la marcha).

Ganadores serán los cuida carros que dejarán robar a los que roban carros.

Ganadores serán los que venden postales del papa para que protejan a los marchistas y a los que tiene los carros que serán robados.

Ganadores serán los taxistas, porque subirán sus tarifas (los marchistas más avispados dejarán sus carros lejos y a estos les robarán sus carros los ladrones que se ubiquen más lejos)

Ganadores serán los periódicos porque venderán más ejemplares etc. Etc.

Como ven; a lo mejor estas marchas son propiciadas por el mismo gobierno, ya que pueden servir para el cambio de la matriz productiva, ya que con estas movilizaciones se generará más productividad gracias a una nueva forma de participación ciudadana.

En resumen; esto que está pasando, ya ha pasado.

Si no sucede algo extraordinario, las cosas seguirán de la misma manera; pero todos se sentirán ganadores.

El único perdedor será Guillermo Lasso.

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2 comentarios

  1. QUE TE PASÓ, MI QUERIDO LIKEY,…????…. SE TE ESTÁ ACABANDO LA PÓLVORA O ES QUE TE ESTÁ ENTRANDO LA…. «CARRACAQUERA»…. COMO DICEN LOS COLOMBIANOS A LOS QUE SE LES…. «HACHE ACHI»….???? CUANDO ES HORA DE LEVANTAR EL ÁNIMO A TIODOS PARA SACAR A PATADAS A ESTE SÁTRAPA DE CARONDELET… CUALQUEIR OSA ES MEJOR QUE ESTE GOBIERNO «VERDED» DE LADRONES Y MENTIROSOS PRINCIPIANDO POR EL CABECILLA DE LA TROUPÉ DE ASALTANTES Y PREPOTENTES QUE DESDE LAS ESFERAS GUBERNAMENTALES HACEN Y DESHACEN DE LAS LEYES Y ADMINISTRACIÓN DE NUESTRA PATRIA Y DESPILFARRAN EL DINERO A EXPENSAS DE QUE AÚN SEGUIMOS EN ESTADO DE EXCEPCION O EMERGENCIA Y TODO LO SIGUEN CONTRATANDO A DEDO PARA EXIGIR LA COIMA…… SOLO TE RECUERDO LAS FOTOS DE SAMAN, PANCHANA Y OTROS NAVEGANDO EN SUS YATES….ANTES EL PRIMERO VENDÍA SÁNDUCHES Y HUMITAS POR LAS URBANIZACIONES DE LA VIA SAMBORONDÓN Y EL OTRO VIVIA EN LA ALBORADA…. AHORA SON «PELUCONES» Y LA DE BORREGA LACAYA SUMISA ASAMBLEÍSTA QUE EN TAN CORTO TIEMPO SE COMRÓ CASA…. AHORA TAMBIÉN SERÁ UNA DE LAS QUE… «COME MIERDA»…- QUE TE PASA MI QUERIDO MIKEY…???

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