Aunque para ciertos dirigentes políticos esta invitación al diálogo del gobierno sería “Un diálogo de sordos”, creo más bien que, en realidad, sería un diálogo para tontos… ¿Olvidar, por lo pronto, que este llamado de Correa, está impuesto contra su voluntad, por las circunstancias de un pueblo harto de su presencia gubernamental? Las veces que se le ha pedido conversar sobre alguno de sus proyectos él responde solo con insultos en las sabatinas y por las cadenas de tv y radio. ¿Acaso entiende que dialogar es saber discutir, mediante los planteamientos de cada quien, con sus propios respaldos documentarios y de acuerdo a su visión que tenga de la realidad? Para Correa dialogar es lo que en este régimen han “inventado” como socializar, o sea, escuchar lo que dicen las autoridades del oficialismo y firmar el documento que ya traen preparado de antemano… ¿Por qué? Porque en este país, han descubierto, como tesoro del pirata, que sus pueblos no piensan, no comprenden la bondad del mensaje evangélico que salvaría la nación, la república, la democracia…
¿O es que no está claro el mensaje de convertir esta sociedad en un Estado en donde todos los poderes y funciones están concentrados en una sola mano, acunados por un solo partido político y con un solo pensamiento diseñado y proyectado por su líder… ?. ¿Populismo? ¿Dictadura autócrata? ¿Fascismo? Calificativos fuera de lugar sabiendo que lo importante es llegar a la otra orilla donde espera para cada ecuatoriano una nueva vida… ¿No es que Ecuador está declarado “el milagro de los milagros”? Para este salvataje, por supuesto, casi está de más decirlo, es necesario creer a ojos cerrados en Correa, aunque los senderos que haya que caminar sean estrechos y torcidos sus designios… Total, es el hermano mayor de los 14 millones de ecuatorianos. El guía. El gran padre protector. El hacedor de vidas y prodigios… El que todo lo sabe… El que era esperado desde hace tanto tiempo y, por fin, llegó…!
¿Cómo hablar con alguien cuando, por sus comportamientos, no invita para acordar, sino para imponer? ¿Cómo hablar con alguien cuando, por sus expresiones, rechaza lo fraternal y solo propicia el odio y la violencia con denostaciones de todo calibre? ¿Cómo hablar con alguien cuando, ensimismado en ser el dueño de la verdad, no acepta ningún correctivo que la ponga en duda, y descalifica a quien lo intenta? ¿Cómo hablar con alguien que no acepta la Constitución, violándola las veces que quiere, pero obliga que los otros la cumplan para su conveniencia? ¿Cómo hablar con alguien que dice defender la democracia, y ordena a los jueces y fiscales maniobrar contra las libertades públicas y la justicia? Es chistoso por no decir ridículo que digan los voceros, mejor dicho altoparlantes del gobierno, que Correa solo estará listo a dialogar con quienes lo hagan “de buena fe” . ¿Es que también, ahora, tienen en Carondelet, una bola de cristal con futurólogos, que sancionarán semejante dilema cripto espiritual, para separar los malos de los buenos?
Todo este palabrerío sobre un diálogo es un insulto al país. Correa “dialoga” solo con borregos, dispuestos siempre a ser esquilmados cuando les llega el turno… No es más que hacer tiempo, ajustar fallas y atacar, de nuevo, y con más fuerza para seguir con la misma cantaleta que le de más poder a la dictadura… No hay como admitirlo. Admitirlo es seguir condicionado a la prepotencia de alguien quien se cree más que el resto de ecuatorianos, esperando que termine de destruir el país… Complementariamente, y dentro del contexto dialogal, para una reflexión coherente con los 8 años de correismo, aquí quedan unas perlas del gran enviado… “Es un absurdo la reelección indefinida. La democracia implica alternancia” (2007). Pero 7 años más tarde insiste que “La alternancia es un discurso burgués que nadie se cree, es un mito, tonterías de la oligarquía” (2014). Y en algún momento, con rara lucidez, dijo: “La democracia constitucional no significa aguantar a cualquier incompetente, a cualquier dictadorzuelo para que acabe su período, sino que cumpla para el que fue elegido de acuerdo a la Constitución y las leyes; si no lo hizo así, ese señor tiene que irse a la casa”. ¿Cómo, entonces, hoy fantochea Correa por una permanencia indefinida en el poder, y sin haber cumplido con la Constitución y las leyes, no se va para su casa? ¿Es que puede dialogarse con alguien, así, sin palabra, sin criterio y mitómano, y que pretende diálogo tratando a los opositores de golpistas…torpes…desestabilizadores…inmorales… tira piedras… ?
No está de más, para concluir este comentario, siempre en consonancia con lo planteado, dos pensamientos muy actuales… “Es un déspota, dejó escrito Juan Bautista Alberdi todo aquel que cree que ser opositor al gobierno es ser traidor a la patria”. Para Gandhi, “La desobediencia civil se convierte en un derecho sagrado cuando el Estado se vuele ilegal, o lo que es lo mismo, corrupto”. Ninguno es referencia a Ecuador. Pero, ambos coinciden como anillo al dedo
Es verdad el dialoga con gente que no sabe sobre economía ,que dialogue con economistas ,las personas somos ignorantes en muchos temas.