Pedido de Atención de Galápagos a la UNESCO

Señora
Irina Bokova
Directora General de UNESCO

Señora

Saadia Sánchez Vegas
Directora Regional de UNESCO
para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela

Las Islas Galápagos, Parque Nacional, Reserva Marina, Reserva de Biosfera y  Patrimonio Natural de la Humanidad, es uno de los archipiélagos más valiosos para la ciencia y la conservación en el mundo. Desde su descubrimiento hace casi 500 años, su biodiversidad y geología únicas han sido el sustento de información, conocimiento y procesos evolutivos no solo para científicos y naturalistas, sino para pioneros en múltiples ramas de las ciencias sociales y naturales. Si bien la presencia humana en las islas ha sido una de las causantes de muchos de los problemas que tenemos en el archipiélago, esta misma presencia irreversible, ha sido la férrea guardiana de la integridad del Parque Nacional y la Reserva Marina desde sus creaciones en 1959 y 1998, respectivamente, dándole la legitima soberanía del Ecuador a las mismas.

Durante los últimos 30 años la población de Galápagos ha luchado por encontrar un balance que le permita vivir en relación armónica con la naturaleza. La Ley Especial para Galápagos, publicada en 1998, finalmente generó la base jurídica y creó los mecanismos técnicos, políticos y socioeconómicos que permitieron arribar a la situación actual, en la cual definitivamente la biodiversidad, la administración de las áreas protegidas y el ser humano han aprendido a convivir y apoyarse mutuamente en beneficio de la conservación de las islas.

En junio de este año, el Gobierno de Ecuador promulgó una nueva Ley para Galápagos que nos está retornando a épocas en las que un Estado centralizado tomaba las decisiones sobre el archipiélago, y donde sus habitantes e instituciones eran solos espectadores de cómo los recursos naturales del Parque Nacional y la Reserva Marina eran utilizados y manejados con una visión eminentemente económica, muy alejada de la realidad de las islas. Entre otras cosas, la nueva Ley:

• No fija explícitamente los límites del Parque Nacional y la Reserva Marina, sí mencionados en la Ley de 1998, dejando abierta la posibilidad de modificarlos a discreción del Ministerio del Ambiente;

• Diluye las responsabilidades y funciones de la administración del Parque Nacional y la Reserva Marina entre una serie de instituciones del gobierno central bajo la tutela del Consejo de Gobierno, una entidad paraguas con fortalezas en planificación pero sin la capacidad técnica para manejar las áreas protegidas y sus recursos naturales;

• Debilita el sistema Participativo en las decisiones de Galápagos especialmente en lo referente a la reserva marina, con un mecanismo de base local que fue fundamental para resolver definitivamente los incesantes conflictos entre el sector pesquero y las áreas protegidas en los años 1990, estableciendo un Comité donde sus decisiones guardarán  mas un orden político que técnico.

• Elimina el financiamiento directo de la administración del Parque Nacional y la Reserva Marina a través de las tasas de ingreso al Parque Nacional y remite estos recursos a la cuenta central del Estado, retornando a la situación pre-1998 en la cual las áreas protegidas se encontraban en un estado sistemático de desfinanciamiento;

• Mas allá al valor ecológico, natural y la importancia para la humanidad explicado en el primer párrafo de este documento, nuestra condición de Patrimonio Natural de la Humanidad declarado por la UNESCO es uno de los valores mas relevantes que tenemos.  Es tal la importancia para el Estado Ecuatoriano las Islas Galápagos que en la propia Constitución vigente, en su Art.258 le otorga al archipiélago un Régimen Especial, donde la supremacía de la Carta Magna da a la Ley Orgánica de Galápagos acogerse a los Convenios Internacionales, como es en el caso de las resoluciones como  el de La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de 1972, votada en Paris;  registrada por la UNESCO en 1975, y alzada por la ONU en 1977, del Cual Ecuador es país SIGNATARIO, y que da el marco para  declarar a las Islas Galápagos PATRIMONIO NATURAL DE LA HUMANIDAD en 1978.

• Al no delimitar las áreas protegidas de Galápagos en la actual Ley de Galápagos, dejando discrecionalidad al Ministerio del Ambiente (en el Ecuador continental), y siendo condición imperativo en el Convenio de la UNESCO referido en el párrafo superior, en que en su Art. 2 de dicho tratado dice expresa y claramente: “ zonas estrictamente delimitadas” es que nos impulsa a reaccionar ya que pudiera propiciarse un desarrollo turístico alejándonos a los principios comprometidos del Estado para con Galápagos y su población, y que conllevara el riesgo de una inequidad interna con riesgo de conflicto social y el incremento de  actividades en detrimento del Parque Nacional y la Reserva Marina.

• El perder el residente de Galápagos esa condición de exclusividad para las actividades ambientales y productivas dentro de las islas, hace perder al habitante insular el empoderamiento del archipiélago del cual ha sido custodio legítimo de sus recursos y dinámicas de protección, exponiendo y arriesgando su supervivencia, y por ende esta condición de Patrimonio Natural de la Humanidad, que es responsabilidad de todos.

La Legislación Ecuatoriana es un tema soberano que no permite injerencia de ningún otro estado ni de organización del exterior, y la elaboración de esta Ley Orgánica del Régimen Especial si bien es cierto se ha realizado dentro de ese contexto; no obstante la población de Galápagos ha rechazado la promulgación de esta nueva Ley por encontrar vicios en el procedimiento y falta de transparencia en su tratamiento,   y ha solicitado el Gobierno de Ecuador su derogatoria.

Lamentablemente, el Gobierno Nacional ha rechazado nuestros pedidos e insiste en mantener su vigencia, contribuyendo a un conflicto que se está dando, y que es de dominio publico, y un daño innecesario al modo de vida armónico que hemos alcanzado luego de décadas de errores, aciertos y lecciones aprendidas.

En nombre de la población de Galápagos, los abajo firmantes apelamos a UNESCO, como el organismo especializado de las Naciones Unidas en cuanto precautelar los patrimonios naturales y culturales de la Humanidad, del cual Ecuador es miembro ,y que conforme principios establecidos en los tratados que somos signatarios como indica la Convención sobre Patrimonio Naturales:

“ Cada uno de los Estados Partes en la presente Convención se obliga a no tomar deliberadamente ninguna medida que pueda causar daño, directa o indirectamente, al patrimonio cultural y natural y sus comunidades de que tratan los artículos 1 y 2 [del Convenio] situado en el territorio de otros Estados Partes en esta Convención”

Solicitando a ustedes como Organismo referente que tomen acción inmediata y  establecer sus buenos oficios ante el Gobierno del Ecuador para lograr la derogatoria de la nueva Ley de Galápagos, así como enviar  una delegación urgente a Galápagos para conversar con su comunidad, y estén vigilantes en todo este proceso emprendido hasta que obtengamos un documento que el Gobierno y la comunidad del archipiélago considere que realmente represente y precautele los intereses de las áreas protegidas del archipiélago, su biodiversidad y el bienestar de su población.