Lecciones del Papa Francisco

Un olor a azufre permitía notar que a la visita del Santo Padre Papa Francisco se la quería usar para fines políticos y violar el propósito apostólico humano del Vicario de Cristo; por lo anterior, preferimos ver el desarrollo de los eventos.

Existe un Protocolo generado por cada Gobierno de turno, el actual leído y revisado mantiene vigente la prelación en los actos mutuamente acordados y superpone la lógica a los deseos personales. Causo un gran desagrado ver que el Maná que quería verter sobre los habitantes y visitantes de Guayaquil, fue vapuleado, recortado y con decidida dedicación minimizado para expresar una falta de respeto basada en odios viscerales.

Igualmente se pudo verificar que bajo ninguna circunstancia el que se llama “representante” de la República del Ecuador pueda actuar como monito de circo brincando y abrazando a un Dignatario en Visita Oficial.

Leyó un larguísimo, totalmente organizado, auto elogioso filípica, meticulosa visión lírica cual si fuera Rousseau, con distorsión de las piedras angulares (libertad y objetividad) al puro estilo de Goebbels, incluyó melosas deducciones pletóricas de sofismas alabando al Papa a quien le trató de sembrar la idea de que llegaba a un “Paraíso” resultante de su nefasta trinidad de poderes dictatoriales y crecientes propias arbitrariedades en los campos de la vida: social, económico, político, cultural, educativo…

Su Santidad, el Papa Francisco, de gran cultura y amplio dominio de varios idiomas, con pocas palabras, pero auténticas y apabullantes, le respondió dando cátedra de auténtica estimación y amor al pueblo ecuatoriano que vivía en el “paraíso mental”…

Respetable Vicario de Jesús, los ecuatorianos constatamos con pesar de que no se le haya protegido su descanso aislando su rezos y necesaria reparación física del sueño por falta de “previsión” de mantener lejos a los que gritaban Viva el Papa frente a su habitación.

Estamos obligados a citar que fiel a su costumbre, usted rompió varias veces el Protocolo: En múltiples ocasiones detuvo a su vehículo, pero sin insultar a nadie ni disponer la cárcel al que no le había sonreído, usted Santísimo Padre se bajó a besar a niños, a bendecirlos; a abrazar a personas enfermas; a parejas; al que clamaba por su intercesión ante Jesús o la Virgen María en sus varias manifestaciones. Siempre fue usted la sonrisa que hablaba del Dios de Amor y unidad.

Con su venia y rezando con todos por usted, tal cual nos los pidió para seguir luchando por una Iglesia Cristiana liberada de asechanzas del mal que siguen enquistados, Dios escuche nuestra Oración; empero con su benevolente permiso quiero listar algunas de sus recomendaciones, que se han dado por la Santísima Trinidad a través de Jesucristo.

• Respetar a los ancianos
• Respetar a los niños desde su concepción
• Fortalecer la familia y su derecho a educar a sus hijos en la fe Cristiana.
• Seguridad en el total ámbito del rigor
• Protección del Medio Ambiente y del Hábitat que ha perdurado por miles de años
• Cesar la apología de inmoralidades impuestas
• Libertad de expresión y de auto determinación
• Vivir una vida módica y no ejercer actos de corrupción
• Hacer cumplir el día de descanso semanal y promover el agradecimiento a Dios
• Fortificar la labor Pastoral de Sacerdotes haciéndoles cumplir su juramento
• Fortificar la labor Pastoral de Todos Nosotros los Laicos

Querido Papa Francisco, al escribir reflejando el sentir de los ecuatorianos y quienes viajaron por largas jornadas para verte y escucharte, rogamos a Nuestro Señor que podamos una vez más nutrirnos con Vuestra Visita y dejar expresa constancia que hemos asimilado Tus palabras y que los que viven en la República del Ecuador con fortaleza haremos respetar nuestra dignidad.