“ He encontrado más peligro entre los hombres que entre los animales…peligrosos caminos… Que mis animales me guíen…”.
Zaratustra -Nietzsche
El poder significa, simplemente, la posibilidad de dominar. Dominación que según las circunstancias se transforma en posibilidad de ordenar, definir, inmiscuirse, imponer, presionar… Entre humanos, del poder emerge el mando, la obediencia, la autoridad, la supremacía, la concesión… Todo poder, por antonomasia, es discrecional. De una manera más concisa, LA ARBITRARIEDAD ES LA ESENCIA DEL PODER… O, lo que es igual, hacer o deshacer, sin rendir cuentas a nadie… Algo que por eufemismo el poder lo reconoce como lo adecuado, lo beneficioso, lo conveniente. O mejor dicho, y en términos de convocar la vigencia práctica del poder, lo conveniente, lo beneficioso, lo adecuado se transforma en realización obligada de lo que ese mismo poder determina. CUALQUIER TIPO DE PODER, POR ESO, LIMITA, BLOQUEA, OBSTACULIZA, UNA Y OTRA VEZ, LA ACCIÓN LIBERTARIA QUE LO DESCONOCE O LO CONFRONTA,DESCALIFICÁNDOLA MORALMENTE EN SU ACCIONAR . Cuando un gobierno, por eso, procesa su gestión desde la supremacía del poder político, la enajenación social encuentra el puente de su objetivo. La historia hasta hoy solo advierte o alecciona de la deshumanización como resultado.
¿Hay poder sin violencia? Imposible! Pero desde la perspectiva de quien obra en el poder, especialmente político, la violencia adviene desde quienes resisten sus expresiones. Los violentos son quienes no hacen caso de las disposiciones del mando. ¿Es que nadie puede darse cuenta que quien manda, no solo tiene la razón sobre lo que dice y hace, sino que también es dueño de la verdad, de una verdad igual a la sanación social que da la vida? ESTA RETROALIMENTACIÓN IDEOLÓGICA DEL PODER HACE, ENTONCES, CRISIS EN EL AUTORITARISMO, AL CONVERTIRSE EN UNA PATOLOGÍA DEL DESPRECIO CONTRA QUIENES NO ESTÁN EN SU ENTORNO… Los disidentes, incluso, pasan a ser traidores. La persecución, los enjuiciamientos penales, la represión, la descalificación moral, el encarcelamiento, la tortura física y sicológica (aunque conlleven la muerte) son los instrumentos necesarios, aunque no suficientes, para que los no convencidos entren en razón.
Para Antonio Primo de Rivera, allá por 1933, ejemplo para los populismos, de izquierda y derecha, en Latinoamérica, los limites eran ajenos al poder… Dijo, al inaugurar los inicios del falangismo fascista español,“ LOS PARTIDOS POLÍTICOS DEBEN DESAPARECER…, LUCHAMOS POR UN ESTADO TOTALITARIO…EN CASO NECESARIO NO VACILAREMOS EN EMPLEAR LA VIOLENCIA PARA CONSEGUIR SUS FINES POLÍTICOS…”. Y entre estos fines lo más destacado era la redistribución de la riqueza acumulada, la desaparición de los sindicatos y la estatización de la banca. Casi a la misma fecha el partido nacional socialista (NAZI) declaraba, en idéntica textura política, “todo, absolutamente todo será coordinado y controlado por el poder central…”. Para detener las quejas en contra quedó establecido que, para los ciudadanos, “SOLO ERA POSIBLE UNA POSTURA: APOYO, Y SIN RESERVAS, AL RÉGIMEN ESTABLECIDO”. Cualquier opositor fue calificado de traidor a Alemania!. Los primeros campos de concentración fueron construidos para los alemanes en desacuerdo al poder del Führer…
Por desgracia, la historia no es la maestra preferida de los pueblos, y poco o nada alcanza a susurrar en los oídos de los más interesados… HOY LATINOAMÉRICA ENTRE LA VERGÜENZA, EL MIEDO Y LA CORRUPCIÓN, DE NUEVO TRANSITA POR LOS CAMINOS DE LA IRRACIONALIDAD… Es muy lastimero que ahora, luego de dos guerras mundiales y de genocidios sobre millones de gentes por oponerse a regímenes totalitarios, los pueblos latinoamericanos tiene que, obligatoriamente, estar de acuerdo con la experiencia del anciano Zaratustra. ¿Cómo negar el contenido, tan claro, de sus palabras? Dice “ HE ENCONTRADO MÁS PELIGRO ENTRE LOS HOMBRES QUE ENTRE LOS ANIMALES…PELIGROSOS CAMINOS… QUE MIS ANIMALES ME GUÍEN…”.
Más claro no canta un gallo. En un país donde quien ha llevado la política exterior del mismo, es el más adecuado para adoctrinar y preparar a las bases para la defensa de la revolución nos llama a la reflexión sobre lo que este mismo personaje hacía en la Cancillería. La preparación de garroteros para amansar y convencer a quienes no «hayan visto la luz» no es precisamente lo que caracteriza a un sistema democrático donde debe prevalecer el debate de ideas. El mantener secuestrado un poder judicial servil no es síntoma de apertura al dialogo ni a la rectificación que puede ser consecuencia del anterior. Es triste ver como esta película de terror se repite en nuestro continente.