Monseñor Antonio Arregui Yarza, es el excelentísimo Arzobispo de Guayaquil, su poderosa influencia nos acompaña desde el 2003, que fue nombrado para este importante cargo. Hombre carismático, jovial, cariñoso, sencillo, humilde. Ha desempeñado sus funciones con firmeza y autoridad. Sacerdote, obispo, religioso; leal, que ejerce su ministerio con devoción y carisma. De trabajar infatigable, que educa con su ejemplo de vida. Enseña con su práctica diaria del evangelio, todo lo que hace florece; hombre de Dios, hijo de la virgen, entregado completamente a su pueblo que lo ama y lo venera.
Hombre intachable a quien no se le puede comprometer en ningún escándalo. Siempre dedicado a lo que hace: su palabra es luz, es doctor de la Iglesia, por su sabiduría y conocimiento. Estudioso tenaz en la difusión de la palabra de Dios. En su vida no tuvo más opción: dedicar su vida entera al amor, a obedecer a Dios sobre todas las cosas y difundir su palabra para la salvación de nuestras vidas.
Es un privilegio tenerlo entre nosotros. Su liderazgo es impresionante. Cada paso que da es un fuego encendido. Su presencia cálida enciende los espíritus y trae paz desde su vida de paz y su mensaje de armonía. Es un preferido de Dios cuya obra apostólica se ha extendido por todo el Ecuador. Sacerdote desprendido en dar amor y enseñar fe y esperanzas. Su oración se eleva a Lo Alto pidiendo piedad y compasión.
Se ha intentado ofender a Monseñor Arregui; vano intento. Los fieles Católicos lo amamos y lo obedecemos. Gracias Monseñor Arregui: Usted nos trajo el regalo de la Santidad de Narcisa y usted nos regaló a Francisco, nuestro querido Santo Padre. El lote de su eminencia está intacto en la gratitud de sus fieles devotos.
Nada es recto, nada está inmóvil en la naturaleza y en su caso, cada día es un afán de trabajo y servicio devocionario a Dios. Eminente Sacerdote, hombre devoto de nuestra Iglesia: Usted nunca está sólo, su hermosa obra habla por Usted. Hoy las flores perfumadas del altar mayor de nuestra Catedral están bañadas en nuevos perfumes, son nuevos aromas que vienen del canto de sus bellas y perfectas oraciones. Usted es una oración que amanece y se acuesta pronunciando el sagrado nombre que lo alimenta y nos alimenta. Aquí en Guayaquil lo queremos todos.
Excelente artículo. 300 % de todo verdades,..
EN GUAYAQUIL, IBARRA, QUITO Y EN TODO EL ECUADOR,…
LO QUEREMOS TODOS,…a Mons. Arregui
Alfonso Fernández
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