21 noviembre, 2024

¿Hay justicia en el Ecuador?

Las victimas de falsas acusaciones han tenido que pagar largos años en las cárceles, como el caso del capitán francés Alfredo Dreyfus (1859-1935). Dreyfus fue acusado de traición a la Patria. Declarado culpable, es condenado a una vergonzosa degradación y deportación a perpetuidad a la Isla del Diablo. El novelista francés Emilio Zolá, saca a la luz pública el escándalo en “Yo Acuso”. Dreyfus fue declarado inocente y reincorporado al Ejército.

Otro célebre caso, el de los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, en EE.UU. dos inmigrantes italianos  pobres, se les acusó falsamente de robo  y asesinato, fueron juzgados y sentenciados a la silla eléctrica en 1927. Se dice que el juez del caso, le dijo al jurado: «Este hombre, -Vanzetti-  aunque no haya en realidad cometido ninguno de los crímenes que se le atribuyen, es sin duda culpable, porque es un enemigo de nuestras instituciones».

En nuestro país,  tenemos los casos del mayor Fidel Araujo y del coronel de la Policía César Carrión, los dos víctimas de falsas acusaciones; el uno, supuestamente por instigar a los policías a la rebelión y el otro por atentar en contra de la vida del mandatario en los tristes sucesos del 30 de septiembre de 2010.

El Presidente Correa acuso directamente al mayor Araujo en una de sus sabatinas: “Cuando llegamos al Regimiento Quito, ¿quién estaba ahí dirigiendo por teléfono? Nada más ni nada menos que el mayor Fidel Araujo”. Araujo fue detenido y mantenido en la cárcel 6 meses; pese a las presiones y a las falsas acusaciones que se dieron a lo largo del proceso, en la audiencia de juzgamiento, ninguno de los 12 testigos de la Fiscalía pudo sostener la tesis del Gobierno, el Presidente del Tribunal IV de Garantías Penales de Pichincha lo declaró inocente.

Contrariando la justa declaratoria de inocencia del Mayor Araujo, la Segunda Sala Penal de la Corte de Pichincha, anuló el proceso, porque consideró que la audiencia debió ser reservada, por ser un “asunto de seguridad nacional”. Jamás probaron que el mayor Araujo había incitado a los policías del Regimiento Quito a la rebelión, las pruebas de su inocencia son contundentes, sin embargo, la Corte Nacional de Justicia ratificó la sentencia de 3 años de reclusión contra Fidel Araujo.

La doctora Marie-France Hirigoyen, psiquiatra y terapeuta francesa, en su obra “La destrucción moral, las víctimas de los perversos narcisistas”, señala:»En los perversos las decepciones producen ira o resentimiento, y un deseo de venganza. Cuando un perverso percibe una herida narcisista (una derrota o una repulsa), siente un deseo ilimitado de obtener una revancha. No es un reacción pasajera, sino de un rencor inflexible».

La escritora Marilyn vos Savant (San LuisMisuri1946), señala: “Un acto de justicia permite cerrar el capítulo; un acto de venganza escribe un capítulo nuevo”.

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4 comentarios

  1. Cuando la justica tarda, no es justicia, es INJUSTICIA. Que grato es leer sus frontales reportajes que los narra con ejemplos que se han vivido y que causan verguenza por los dictámenes injustos deJUECES CORRUPTOS. En nuestro país parece que está en ACEFALÍA. Ojalá nuestros jueces sean fieles con el juramento que hicieron cuando se graduaron de abogados. Felicitaciones coronel Molina, mis respetos por sus ideales.

  2. Todo el proceso instaurado contra el mayor en retiro Fidel Araujo es una infamia. Como se ha demostrado hasta la saciedad el 30 S no hubo golpe de Estado. Durante años fui honrado con la amistad del ilustre padre del mayor Araujo :Dr. Manuel Araujo Hidalgo, por ello, consigno mi enérgica protesta y mi solidaridad personal con la víctima.» El minuto más negro de la noche es el que más cerca está de la aurora». Manuel Salgado Tamayo. Cédula 0903886869

  3. No entendemos la razón de la persecución al mayor Fidel Araujo, es una racha de mala suerte la del ex militar, se le castiga simplemente porque presidente de la república, el gobierno en su totalidad y los jueces subordinados, se inventaron la historia y propagaron el falso rumor (calumnia) de que Araujo es responsable de la sublevación del 30 de septiembre.

    Lo que sí es sorprendente, es la actitud del mayor Araujo, pese a su infortunio, pues le culparon y le metieron en un problema que no lo hizo, y le fastidian constantemente condenándole a una vida de tortura; sin embargo es tranquilo, no tiene resentimiento, se controla la rabia y no manifiesta odio. Sabe el mayor Araujo, que estos sentimientos, son un veneno para su propia vida. Es sin duda un hombre de bien.

    Lo preocupante es la intención o propósito que tiene el hostigamiento al mayor Araujo, simplemente es odio enfermizo y una manipulación política. Se le imputa (culpa) de algo que no cometió él, sino que fue el responsable el propio presidente de la república y la Asamblea Legislativa. Entonces es una acción dolosa contra el mayor Araujo, sin duda creo que los jueces, caen en omisión al juzgar sin causales y al no hacer justicia verdadera, que es lo que tienen que hacer. Es una violación flagrante (palpable) de los derechos humanos del mayor Araujo. Veo que no hay decencia ni dignidad en los jueces, lo que hay es, codicia por el dinero.
    Estoy seguro que en algún momento más temprano que tarde, la justicia del pueblo prevalecerá y habrá un castigo para todas estas personas (gobierno y jueces) por la perversidad de sus acciones.
    Y no olvidemos que Dios, juzgará todas nuestras acciones y castigará con verdadera justicia.

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