“Las armas son instrumento de desgracia. No son instrumentos valiosos para el hombre”. Tao Te Ching
“No somos jueces. Somos testigos. Nuestra tarea es hacer que la humanidad dé testimonio de estos terribles crímenes… Bertrand Russell.
Los hombres siempre han hablado de paz, pero jamás han dejado de hacer la guerra. Aunque desde muy antiguo la reflexión social hizo comprender lo efímero de la existencia, casi un cerrar y abrir de ojos, y en esta cortedad las cosas por hacer, tener, lucir no más que vanidad, los hombres han insistido en arrebatarse esas cosas. Desgracia, en que casi siempre, en ese forcejeo, han quedado disminuidos en sus suertes o han perdido la vida. “La guerra en realidad, dice Juan Bautista Alberdi, es el derecho del crimen, contrasentido espantoso y sacrílego, que es un sarcasmo contra la civilización”. Sin embargo, para algunos, y en especial para quienes tienen los totalitarismos como el non plus ultra del paraíso político, el armamentismo, la guerra es lo único que permite al ser humano tener su verdadero rostro en su verdadera identidad de gigante… ¿No es que así lo divulgó, Rosemberg, como catecismo político hitleriano, en su defensa del guerrerismo racista y Mussolini, en su promoción fascista de la toma del poder totalitario?
Hoy el armamentismo, este instrumento de desgracia en definición del Tao Te Ching, significa, sin embargo, vistas las cosas desde la orilla opuesta, un instrumento de enriquecimiento para comerciantes, empresas y estados, incluidos la cúpula de sus funcionarios, civiles y militares. ¿Y cómo no si la corrupción es el puente, casi institucionalizado, para lograrlo? Cuánto crimen, sin embargo, ha significado la producción, negociación y uso de las armas… Porque no existe otro nombre para señalar los 10 o 15 millones de muertos, entre civiles y soldados, en la primera guerra mundial y 60 a 65 millones en la segunda, a escasos 25 años entre ambas. Confrontaciones que solo han dejado, en medio de las usurpaciones de territorios, destrucción de naciones, estados, culturas. A más de pesadumbres y un sufrimiento continuo de generaciones y generaciones de gentes… ¿Y el costo monetario de tanta ignominia? Cerca de 200.000 millones de dólares en la primera y en la segunda se traspasó el billón de dólares… Pero, como que si nada hubiera sucedido, la industria de las armas sigue en su apogeo…
Después de firmada la paz en 1945, las guerras de corto alcance no han cesado y las beligerancias religiosas, políticas, económicas siguen en pie… Y claro la industria de las armas también… Después del 2000, la información especializada anota que el gasto promedio en armas, se ha mantenido sin llegar a los 2 billones de dólares. Esto hasta 2014, con 2.74 billones de dólares. Algo que a partir de ese momento la tendencia es en aumento. De los 3 con gran presupuesto militar, China, Rusia y USA, éste genera el 41% del presupuesto militar global. Rusia, ha logrado un mercado con Latinoamérica que pasa los 2.000 millones de dólares… China, por supuesto, está a la espera de arrebatarle parte de este comercio contra la pretensión imperial de su vecino.
Lo paradójico o aberrante es que mientras el gasto militar está por las nubes los pueblos, de los países en que su demografía cada vez es mayor, tienen cada vez menos para subsistir. Siguiendo el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, por ejemplo, mientras más de 1.000 millones de personas “viven” con menos de un dólar diario, 2.800 millones se las “arreglan” con menos de 2 dólares… Cerca de 1.000 millones de adultos son analfabetos y cada día mueren 30.000 menores de edad por enfermedades que pueden ser evitadas, teniendo en cuenta que más de 1.000 millones de gentes no “tienen acceso al agua potable”. En Latinoamérica y el Caribe, valga el ejemplo, con una población de cerca de 650 millones de personas, 1 de cada 4 personas son pobres y la tendencia a la indigencia no ha disminuido, con más de 70 millones que están obligados a “vivir” en esa extrema pobreza.
¿Por qué insistir, entonces, en las guerras si está más que a la vista que es posible erradicar la pobreza, con tanto dinero gastado en los instrumentos y máquinas para el crimen organizado, desde las propias potencias mundiales? Pero, también, con tanto dinero gastado en investigaciones de ciencia y tecnología dedicadas a crear, descubrir y promover nuevas formas de destrucción masiva… Hay muchos científicos que, en este contexto, tienen deuda pendiente con el mundo… Y muchos políticos que deberían, en este contexto, ser enjuiciados por crímenes de lesa humanidad… Como que los organismos internacionales de justicia también tienen deuda pendiente con el mundo… ¿Cuántos cientos de miles y miles de refugiados o expulsados de sus patrias, hoy caminan por los senderos de la desesperanza… apuntados por un armamentismo sin razones válidas o un militarismo a ultranza y patológico? Repetimos con el Tao Te Ching: LAS ARMAS NO SON INSTRUMENTOS VALIOSOS PARA EL HOMBRE…