Cuando el gobierno a través del Consep estableció en el 2013 la tabla de tenencia para el consumo de drogas, en ese momento se instauro un daño que a estas alturas es irremediable. Se establecieron cantidades que lo auspiciaron en lugar de restringir.
Si bien el Presidente en una de sus últimas sabatinas pidió reformas urgentes a la tabla buscando el endurecimiento de sanciones y exigiendo 0 tolerancia, la distribución y el consumo a nivel de escuelas y colegios se ha vuelto en un problema difícil de controlar. La droga circula en las calles como microtráfico envenenando y causando daños irreversibles en la población.
Diariamente se capturan en diferentes provincias grandes cantidades de droga. Los operativos realizados por la policía no son suficientes para contrarrestar el tráfico ilícito. Ya no somos una ruta de paso; es claro que se procesa y se exporta hacia diferentes sitios del mundo, pero también se la está consumiendo internamente. La política gubernamental contribuyo a este mal.
El Consep modificó las cantidades mínimas y máximas de heroína, cocaína, marihuana, etc. para quienes la consuman y la trafiquen, principalmente en cantidades pequeñas; la medida es plausible pero tardía, el daño está hecho.
La rectificación deja en evidencia el fracaso en la acción de la lucha contra la adicción que ya se percibe en diferentes estratos de nuestra sociedad. La droga H, mezcla de heroína con otras sustancias está causando lesiones irreversibles en los jóvenes consumidores, por lo que debe ser prohibida totalmente.
Está en discusión el proyecto de la Ley Orgánica de Prevención Integral de Drogas, el mismo que deberá contemplar todas las medidas y sanciones, y donde es necesario que se tome muy en cuenta la prevención a fin de desmotivar a la juventud a su consumo. El Código Integral Penal debe modificase para que las penas sean mas duras.
Esa acción de legalizar la tenencia de mínimas cantidades ¿no podría ser considerado una forma de crimen de lesa humanidad?