“Hay que dejar espacio para la imaginación, la incertidumbre y la audacia del pensamiento”. Michel Maffesoli.
Educar no es instruir. Así como instruir no es convertir en sabios a quienes buscan ilustrarse. Educar, antes que nada, es formación o no pasa del aprendizaje de un conjunto de contenidos… Contenidos que aun siendo vinculados en su temática resaltan, expresan y proyectan una especie de colcha de retazos. Podría, incluso, hablarse de una especialidad, al vincular los semejantes. Pero esto no le resta significancia a su fuente original. Sigue siendo “una especie de colcha de retazos”. Si… ES QUE EDUCAR, ANTES QUE NADA, ES FORMACIÓN. ¿Cómo comprender, entonces, esto? Interrogar sobre las cosas que nos propone la vida, la sociedad, la naturaleza es, quizás, el mejor inicio del conocimiento… Es, en realidad, un despertar desde las sorpresas, que casi siempre son un abanico de inquietudes ante cada interrogante… Según el momento, de acuerdo a determinadas circunstancias, en función de algunas condiciones…
Educar, resulta, entonces, abrir o promover la apertura de la libertad creativa… O lo que es lo mismo, amplitud de vuelo de la imaginación dentro de un objetivo temático… SIN EMBARGO SOLO LA DUDA SOBRE EL MOTIVO DEL APRENDIZAJE Y SOBRE ÉSTE MISMO DESPEJA, COMO CATARSIS, LOS BLOQUEOS DEL CONOCIMIENTO QUE HACE POSIBLE, EN SU DESCUBRIMIENTO, LA MAGIA DE LA FORMACIÓN… No se vuelve entonces difícil saber qué queremos, por dónde iremos y qué esperamos…Esto es, el encuentro definitivo con la identidad que, al asumirla ahora, queda para siempre…Así lo comprendió Descartes en el siglo XVII, cuando desechó lo aprendido como cierto, en busca de la certeza por su propia investigación, en tanto contrastar el conocimiento recibido con la realidad de su entorno y la aprehensión del mismo… “Aprendí – explica el filósofo francés- a no creer demasiado firmemente en nada de lo que hubiere sido persuadido por el ejemplo y la costumbre, y así me liberé poco a poco de muchos errores que pueden ofuscar nuestra luz natural y hacernos menos capaces de escuchar la voz de la razón”.
Por desgracia, sobre todo aquí en nuestra Latinoamérica, la educación, sea primaria, secundaria o universitaria es para los estudiantes una lucha, consciente o no, contra las limitaciones…Ecuador hoy es un ejemplo. Ni confrontación ni contrastación. Solo normativas de una enseñanza irresponsable hacia un aprendizaje mediocre…Que no quede nada a disposición de la crítica de quien aprende…No hay cabos sueltos… Todo está amarrado y condicionado…PRIVADO DE LIBERTAD NO HAY MÁS QUE UN ALUMNADO EN ENAJENACIÓN RECICLABLE. Lo más grave es cuando nada es referente ni referido de la realidad vivencial. O mejor dicho es una ficción sin integración con su mundo, ajena al desarrollo. ES UNA EDUCACIÓN QUE ANTES QUE NUTRIENTE PARA HACER LA VIDA, DESDE ALGUNA ALTERNATIVA SERIA Y CREATIVA, ES SIMPLE CATEQUESIS DE UNA PATOLOGÍA RUTINARIA… Ningún estudiante tiene razón para averiguar porqué de esa pedagogía, de ese tema, de ese contenido…Peor plantear su desacuerdo… ¿Listos, entonces, para una dictadura doctrinaria?
COMBATIR ESTA PRETENSIÓN ES PARTE IMPORTANTE Y DECISIVA DE ESTABLECER UNA EDUCACIÓN FORMACIONAL… REALMENTE LIBRE… O SEA, REALMENTE CREATIVA!