22 noviembre, 2024

Le pregunté a Mahoma

Los dos pistoleros entraron al teatro Bataclan y dispararon, sin culpa, sin reflexión alguna, sin escuchar los gritos de las víctimas ni sus lamentaciones. Lo hicieron por diez minutos y mataron a más de cien personas. Allí fue donde ocurrió la matanza mayor. La gente asistía a un concierto y luego la muerte. Otras personas fueron muertas en un restaurante, en un café, en fin, la vida transcurría como siempre es la vida en París. Un viernes en la noche, la ciudad luz se enciende pero este viernes la luz fue apagada por la oscuridad del terrorismo.

Después de conocer de la tragedia, del ataque de las fuerzas del mal contra ciudadanos libres que ejerciendo su libertad de vivir fueron atacados por quienes creen que hay que matar gente indiscriminadamente para ser escuchados en lo que ellos creen que es la verdad de sus propuestas. Después de ver las imágenes de lo que acababa de acontecer en París, sentado frente al llanto y al descontrol, al estupor, le pregunte a Mahoma: ¿Por qué permites que en tú nombre se asesine a gente  inocente?¿Por qué tanta violencia de quiénes dicen estar inspirados por tu enseñanza? Mahoma no responde, mi cabeza tampoco entiende, no acepta tanto dolor y me sentí con miedo, aterrado y frágil de que en algún momento pueda ser quien escribe la victima del odio y la irracionalidad.

Este es un texto sobre el atentado en París y por tanto son palabras que hablan del odio y la violencia. Entiendo bien que ahora es la violencia el mayor enemigo que tenemos en la vida. Hablamos de pobreza, desempleo, miseria, corrupción, pero es la violencia, la venganza, la ira las fuerzas más poderosas que se manifiestan ante el mundo moderno con una fuerza tan poderosas que ha logrado englobar al planeta entero.

La violencia es miedo y el miedo viene del odio al otro. Decía Sartre: “el otro es el infierno”. El otro es el ilegal, el marginado, el raro, el vecino con quien no trato, el otro es el ciudadano robado y asaltado en cualquier calle o buseta. El otro es quien el terrorista voló a pedazos e hizo pagar su odio al estado o a la sociedad toda. Es impresionante como el planeta entero sabe quién es ISIS y lo sabemos porque decidieron que matando rehenes, poniendo bombas, asesinando en teatros, cafés, librerías, etc. Volando aviones, haciendo explotar kamizaces, así son famosos, importantes y su causa es una causa que hay que respetar, no porque es respetable lo que dicen sino porque nos metieron miedo y a ellos que crean miedo, hay que temer y huir porque son gente violenta que no tiene medidas en sus actos ni manifiestan misericordia cuando se trata de destruir al enemigo, Para ISIS todos somos sus enemigos y podemos ser bombeados y o acribillados.

Vuelvo a preguntarle al profeta, que enseñó amor: ¿por qué tanto odio? Siento que el profeta también está conmovido por los ataques en París que han dejado 123 muertos y muchos heridos. Entonces miro a Ala, Ala el grande y le pregunto: ¿Sí tú eres el grande, aceptas está gran matanza como ofrenda? Le oro a Krishna y no obtengo respuestas. Al nazareno, a la Virgen de los remedios misericordiosos de los santos de los últimos rezos también imploro y nada dice nada. Los Dioses no intervienen en la historia. La historia se repite ante la magnitud de la demencia de las ideas extremas. Recuerdo que es la violencia de todos contra todo nuestro mayor enemigo. Dios no inspira violencia. La violencia de ISIS es la misma sociedad violenta. Es el poder de las ideas rígidas.  Solidaridad con Francia. Amor a las víctimas del odio destructor.

 

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1 comentario

  1. Ciertamente que es lamentable esta situación que se dio en París, como docente que soy he tenido que hacer referencia del tema con los estudiantes. Considero que es un pretexto las ideologías, el dogma y otras situaciones para exterminar al prójimo. Es un espectáculo de parodia que se realiza para realizar una mortandad absurda. Dios…Dios….con diferentes imágenes, ritos,holocaustos y cuanta secta aparezca,todos acordamos en que Dios es amor, pero al momento de la hora todo no es más que pura conveniencia y utilizamos el nombre de Dios para dar muerte al ser humano.Olvidando el segundo y gran mandamiento de Dios «AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO».

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