“Lost”, (perdidos) Una de las series de televisión estadounidense de más éxito, con seis temporadas, un alto costo de producción y filmada en una isla de Hawái; narra las vivencias de un grupo de personas en una isla tras sobrevivir a un accidente aéreo. Lo interesante de la serie… son muchas cosas.
Empezando con las técnicas que usan para la narrativa: flashsideway o-flash sideway, flashback y flash-forwards, es decir narrar sucesos que ocurren en un mundo paralelo, ir para atrás en los hechos y también ir al futuro. Por ese lado la serie maneja una narrativa estupenda.
Otra maravilla de Lost, son sus personajes, cada uno más impredecible en sus estupideces que el otro y cada uno con su historia de vida cargada de los vicios de la especie humana. Es impresionante como los personajes no resuelven las cosas como el espectador imagina que lo harán, es decir, ¡con lógica! Hacen cada estupidez, lo que determina su éxito porque al final de cada trama los llegamos a apreciar como lo que quieren representar, ¡seres que se equivocan!… y a cada rato, seres verdaderamente humanos.
Encontrarse, (los de la serie y los que la ven) que todo es parte de un experimento, “la iniciativa Dharma”; al final, no se sabe que hay que hacer o que no hay que hacer y quien es quien en realidad. Todo parece ser parte una farsa, una gran y tremenda farsa.
“Los buenos”, es decir los sobrevivientes de la tragedia aérea, se enfrentan a “los malos”, es decir “los otros”. Resulta que “los otros” saben todo sobre los sobrevivientes, tienen archivos con la vida de cada uno, la vida en su totalidad, que les gusta y que no, están archivadas hasta sus emociones.
Estos “los otros” son parte del grupo de “la iniciativa Dharma”, dirigidos por un loco de atar, que inspira miedo, tanto miedo que uno teme que en el mundo real haya gente capaz de emprender y desarrollar “iniciativas” semejantes. Puede que las haya. ¡Las hubo y las hay!
En la serie no faltan el romance, la desconfianza, el egoísmo, la vanidad, la terquedad, pero sobre todo la tontería. A la tontería humana me refiero, encuentras armas que son guardadas para “protección” pero que terminan utilizando para disparase unos contra otros, los del mismo bando; y fortuitamente contra los del bando contrario.
También hay un perro, Vincent, quien sobrevive, alimentándose de prana (energía), (esto es opinión mía), ya que aparece siempre robusto y saludable, pese a no haber mucha disponibilidad de alimento en la isla.
Quien no debe morir muere, en quien no se debe confiar se confía; en lugar de prever se despilfarra, el realmente bueno es sacrificado con la muerte y la sobredosis de falta o fallida comunicación llega al punto de volverse intolerable. ¡Quieres meterte en la tele para arreglar las cosas! La serie gusta y también desespera.
Aunque es una serie de ficción bastante bien concebida, recuerda a la vida real. Somos sobrevivientes todos de una tragedia universal, la gran explosión del inicio; somos sobrevivientes de conquistas, guerras civiles, guerras mundiales y holocaustos; de pandemias, epidemias y pestes de toda índole; sobrevivimos a Sodoma y a Gomorra y aún hay la esperanza de volver al paraíso…pero seguimos siendo estúpidos. En lugar de buscar óptimas formas de subsistencia nos encargamos de eliminarnos unos a otros y cada quien, medio ostenta algo, sea una cargo, un conocimiento, un empoderamiento cualquiera o lo que sea, quiere llevar el control y se autoproclama dueño y líder; el de aquí, de aquí, el de allá, de allá. Y mata. Mata en su campo de batalla. Los campos de batallas son distintos dependiendo la guerra que se libra. Cada uno con su bandera de rodillo y con el armamento que dispone.
También podemos encontrarnos con “los otros” con solo salir de casa…
Y hablamos de Dios… ¿será Dios como el “loco Ben” el jefe de la “iniciativa Dharma”? De Dios no se entiende bien qué es lo que quiere, al menos Ben estaba en su isla, ¿pero Dios? Si ¡“su reino no es de este mundo”! Por Él que aquí nos matemos todos, da igual. Da igual porque vamos a morir de cualquier manera, sea de un disparo o de un paro.
No proclamo el ateísmo, para mí eso es sin fundamento, creo que Dios es algo que va más allá de decir que nos amemos unos a otros y que Él nos ama igual a todos; que cumplir ritos y reglas…hay un truco ahí, si pienso que podemos indagar hasta encontrarlo.
La “iniciativa Dharma”, algo ambiguo. ¿Dharma? Palabra sanscrita que quiere decir: ley religiosa o conducta piadosa correcta.
¿Será la religión tan solo eso: la conducta piadosa correcta o benevolente entre los seres de la especie humana?
Aunque los de “la iniciativa Dharma” en Lost, son unos malvados, que de piadosos y correctos tienen nada. La tierra se asemeja a eso, a los bunkers de la “iniciativa Dharma”… ¿y Lost?, “perdidos”, eso es lo que estamos.
En vez de usar las armas, de fuego o de palabra, para acabar unos con otros, pensemos, pensemos, pensemos… ¿cómo saldremos de aquí? ¿Qué hay que hacer para volver a casa? Somos sobrevivientes y esta es una isla transitoria, aquí no nos vamos a quedar.
¿Se presentará de repente el otro mundo… el paralelo? ¿Cuántas posibilidades tenemos, de ir, volver, seguir? ¿Con quién interactuamos aquí… y allá? ¿Estamos atentos con los cruces de la gente en nuestra vida? ¿Seremos capaces de restablecer las cosas y ser los arquitectos aquí, de un mundo sin errores?…Son preguntas… encontremos las respuestas, deberíamos investigar hasta descubrir de que se trata la serie. La nuestra.
Amén.