Quienes podemos expresar una opinión a través de un Medio, tenemos la obligación de no sólo trasmitir nuestro pensamiento, sino hacer corriente opinión y buscar la del lector.
La voz de quienes desean hacer conocer lo que piensan hay que difundirla, y hoy el denominador común de los ecuatorianos es que la situación económica está terrible.
Si se quiere conocer el estado de un país, lo mejor es conversar con un taxista, ellos por su actividad recogen el pensamiento de muchas personas, además de ser termómetro en lo político y económico. Las cosas están durísimas indican. Las carreras han bajado considerablemente y todos los usuarios negocian la tarifa. Fuera de los Centros Comerciales la afluencia es relativamente poca.
Los comerciantes de La Bahía se preguntan ¿cuándo despuntarán las ventas? La clientela brilla por la ausencia y la expectativa es el pago del decimotercero. Las empresas están haciendo malabares para cumplir con la obligación legal de este pago.
Negocios medianos y pequeños de acuerdo con sus propietarios ya están adeudando los pagos al IESS y al SRI. Los locales del Mercado Central de la calle Lorenzo de Garaicoa que se caracterizan por un intenso movimiento en estas épocas, hoy lucen bastante vacíos, la situación está terrible comentan.
Si el tema de las Reformas mal llamadas Enmiendas ha concitado la atención de los ecuatorianos, el pueblo esta más atento a la difícil situación económica y como pasará navidad y fin de año, y lo que le deparará el 2016.
La iliquidez se siente a todos los niveles principalmente en el familiar. El desempleo se incrementa día a día y no se ve medidas de remediación.
El propio gobierno con sus asambleistas aprueban un presupuesto desfinanciado. El ingreso mayor es por lo tributario. Si las empresas no ganan dinero y el panorama por el Fenómeno del Niño es negro, ¿de donde se obtendrá la recaudación? Será que se programan más impuestos.