El hombre es el único animal que comete dos veces el mismo error.
Carecemos de la capacidad para asimilar correctamente las malas experiencias.
Con las elecciones en Venezuela, los ecuatorianos deberíamos comprender lo sucedido, para no llegar a padecer lo mismo.
Después de la aplastante victoria de la oposición, nuevos rumbos democráticos en el manejo del poder se avizoran en el hermano país.
Por un lado está la clarísima injerencia del gobierno en el acto del sufragio.
Se pretendió ampliar el plazo establecido para el cierre de las urnas y de esa manera creer que se iba a lograr que más adeptos al gobierno pudieran sufragar.
La ausencia de los observadores internacionales es la palpable muestra de una dictadura disfrazada de falsa soberanía, cuya meta era la de ganar como sea las elecciones para perpetuarse en el poder.
Luego de que los resultados evidenciaron una aplastante victoria de los venezolanos de la oposición, salieron a la luz varias cosas:
Lo primero es que el respaldo masivo de la revolución venezolana, estaba sustentado en el descontrolado despilfarro de los petrodólares provenientes del elevado precio del petróleo.
Era tal la cantidad de dinero que el gobierno venezolano despilfarraba, que se dieron el lujo de exportar su socialismo del siglo XXI, llegando ha patrocinar equipos profesionales de fútbol en países extranjeros, cuando en su propia patria no había ni siquiera que comer.
Una vez que se les terminaron los dólares, se acabó la lealtad de los seguidores de la revoluciòn.
Como ya no hubo más efectivo para comprar sumisiones, el pueblo lleno de hambre traicionó a sus líderes.
La razón del triunfo de la oposición es la crisis económica.
La misma es propiciada por el corrupto despilfarro del gobierno.
Una vez que se acabó el derroche y sin tener dólares para comprar los votos, las palabras se convirtieron en promesas líricas que no podía engullir un pueblo hambreado que no come discursos.
Otra cosa que hartó a la gente de nuestra hermana nación, fue el abuso cometido contra cualquiera que se opusiera a lo que el gobierno decretaba.
Por muy carismático que fuere el líder o por mucho dinero que tenga para repartir, el pueblo no toleró la sanguinaria persecución que se hizo contra los políticos de oposición.
A los mismos se les fraguó pruebas para meterlos presos en la cárcel.
Se lo hiso violando todos sus derechos humanos.
El pueblo venezolano es altivo, honesto y democrático.
No podía permanecer involucrado como cómplice silencioso de las atrocidades criminales que ha cometido la maquinaria estatal.
Como consecuencia de estos abusos, los venezolanos dijeron… ¡basta!
El mayoritario voto de lo sucedido proviene de los que se oponían al gobierno, los que perdieron el miedo, los que se cansaron de los abusos del poder y los mismos arrepentidos a los que no se pudo comprar.
Sin embargo, ya se han hecho públicas las intensiones futuras de los ganadores y los perdedores.
En un exabrupto que lo avala como un entontecido del poder, Maduro ha amenazado con no permitir que la asamblea lo destituya mediante un referéndum revocatorio de mandato.
También ha intimidado al país con no aceptar la amnistía política que la nueva asamblea va a concretar con una ley para liberar a los presos políticos.
Por otro lado, la nueva asamblea ha dicho que su meta es lograr la paz nacional.
Una unidad con dignidad, que garantice la libre información a los medios de comunicación, dentro de un marco jurídico que permita una equidad de oportunidades para todos los venezolanos.
Mientras el gobierno amenaza, la nueva asamblea concilia.
Las elecciones de la hermana república de Venezuela, traen los vientos libertarios que marcan el final de una abusiva doctrina socialista del siglo XXI.
Esta maquinaria prepotente y dictatorial fue la que permitió a una nueva casta de sobre valorados líderes, sentirse cómo Mesías insustituibles cuyo destino era perennizarse en el poder.
Las dolorosas experiencias que lastiman a otros países nos llegan gratis.
Estamos en el momento preciso para que toda Latinoamérica regrese al estado democrático que se sustenta en la alternabilidad presidencial para garantizar una nación de paz y desarrollo, donde el presidente de la república sea el individuo más respetuoso, humilde y silencioso de todos los ciudadanos de la patria…
Doctor Palacios, los abusos de este gobierno han sido realmente grandes, en el INSPI donde yo trabajo, se han dado contratos a dedo, abusos de poder, gastos excesivos de consultorìa, y cuando una denunciaba estas cosas, esto simplemente queda en el olvido, esto es el gobierno Correa, una suerte de abusivos a los cuales nadie, absolutamente nadie puede frenar porque aplica la teorìa del miedo, hoy gracias a este senor, no tenemos un Laboratorio de Medicina Tropical como era el Izquieta Perez, y Registro Sanitario fue llevado a la Capital simplemente para favorecer los intereses de grupos multinacionales que residen en Quito, muy amigos de este gobierno, destruyeron tambièn Malaria, y continuan a destruir el paìs, creo en el karma, y creo que el karma de Correa es bastante negativo