Luego de un largo silencio de casi una semana el Presidente Correa se pronunció sobre los resultados de los comicios en Venezuela. Tampoco lo hicieron ninguno de sus coidearíos, ni se diga los asambleístas de País que no pueden decir esta boca es mía sin autorización.
En una entrevista donde sólo asisten aquellos Medios afines al gobierno, Correa llamó golpistas a la oposición venezolana. “Si aquí la oposición es golpista, en Venezuela es 10.000 veces golpista, claramente ha habido plata del exterior, guerra económica, como aquí ha habido, pero hemos sabido superarla”.
No causa admiración el comentario anterior viniendo de quien viene, pero sin lugar a dudas es un menosprecio al pueblo venezolano. Pensar que las conciencias se compran o que el voto de rechazo triunfó porque se dio billete, es un triste juicio sobre los ciudadanos de esa nación.
En otra parte comentó que la realidad de Venezuela: “es muy diferente a la ecuatoriana” lo cual tiene razón, ya que la economía marcha mucho mejor, y se han logrado consolidar las cosas; pero omitió indicar que es gracias a la dolarización y tampoco menciono que se han feriado 230 mil millones en obras faraónicas sobre las que en algún momento tendrán que rendir cuentas, caso contrario con seguridad estaríamos peor que los venezolanos.
Contradiciéndose con el calificativo que dio de golpistas comentó: la oposición en nuestro país debe aprender de la de allá, que se unieron:” “Ahora acá nosotros(ellos) tenemos la fe de que incluso si se unen, a todos juntos los sabremos derrotar en las urnas porque, gracias a Dios y al pueblo, somos más, muchísimos más”. ¿Y si llega el billete del exterior? ¡A lo mejor sucede lo de Venezuela y la oposición es la que se impone!
La estrategia de Correa es un verdadero enigma. Parecería que trabaja para que la oposición gane. ¿LA RAZON? Para algunos es llevar al país a la muerte cruzada y convocar a elecciones donde él podría postularse. Para otros es que quien triunfe el 2017, saque al país del descalabro económico, asunto nada fácil con los cambios que han introducido y siguen introduciendo para amarrar la continuación de la desastrosa rebolución.
Los resultados electorales venezolanos fueron reconocidos por Maduro que en ningún momento se le ocurrió calificar a los triunfadores como golpistas. Hizo un llamado a la rebelión frente al cambio político que piensa impulsar la oposición desde el parlamento, para lo cual Diosdado en la Asamblea está montando los obstáculos respectivos. Estos seudos socialistas-populistas, dejan a los países en soleta, pero sus seguidores salen forrados.
Los de Alianza País temen que la oposición se consolide y logre la unión, dando un giro al desastre que es el socialismo del siglo XXI y su modelo económico.