El 2015 ha sido un año duro, sin embargo debo agradecer a Dios porque muchas cosas buenas pasaron durante este periodo.
Mi hijo mayor se graduó de bachiller y optó en la parte universitaria por la carrera tradicional de la familia, a la cual en mi caso, no seguí, pero apoyo firmemente su decisión de continuarla.
Mi guchita este año concluye su instrucción primaria y en el caso de sus padres, se me dio una oportunidad para entrar a un doctorado en Educación y mi esposa ha iniciado sus estudios de Derecho.
Como familia considero, amen, de los problemas normales de todo grupo humano, hemos crecido y fortificado, siempre con la ayuda y guía de nuestro creador, a quien todos los días agradezco infinitamente por su bondad hacia nosotros.
Trato, como persona libre y de buenas costumbres, pulir mi piedra bruta y que cada día sea un poco mejor que el anterior y de a poco ir conociendo más, siempre en favor de los que menos tienen.
En la parte política, que es un tema que me apasiona, mi partido me ha dado la oportunidad de capacitarme y poder transmitir mis humildes conocimientos a los más jóvenes, grupo del cual estoy con la plena seguridad y certeza, que con la guía y consejos de los mayores y con la vehemencia y empuje que ellos le imprimen, sabrán conducir a nuestra agrupación nuevamente a los sitiales que siempre le han correspondido.
El 2016 no pinta para bueno a nivel general, pero debemos ponerle el mayor de los empeños y buscar en los problemas, posibles soluciones que nos permitan siempre avanzar hacia un futuro más próspero, más libre y con muchos más éxitos que el anterior.
Lo primero, es tener la férrea voluntad y convicción necesaria de que juntos si podremos, mentalizarnos en un mañana mejor que el hoy y un hoy mejor que el ayer, trazarnos metas y convencernos a nosotros mismos que esos objetivos se cumplirán, con eso abrimos el camino al éxito, con eso, el mundo conspirará a nuestro favor, materializándonos lo que nos hemos propuesto y ya soñamos como fin realizado.
Lo siguiente, es que esas metas beneficien a todos y en especial a los más necesitados, para con eso, bosquejar un mundo mejor, un mundo más justo, un mundo que siempre avance hacia nuestro objetivo.
Que Dios nos oriente por el buen sendero y que sea esa luz que ilumine el camino, que aunque sea duro y doloroso, siempre será colmado de bendiciones y parabienes, si es que desde nuestro corazón bondadoso salen esas justas aspiraciones.
Bendice también a nuestros gobernantes, para que sepan tomar las mejores decisiones y que afronten con el respaldo popular de maderas de guerrero, seguir haciendo nacionalmente, lo que con tanta certeza lograron de manera local.
Estas son mis buenas intenciones para el próximo año, deseándoles a todos los lectores un excelente 2016 y que plasmaré y pondré junto al árbol, esta, Mi cartita al niño Dios.