El derecho al pataleo, es el único derecho que no les ha podido arrebatar, esta pesadilla llamada Socialismo Siglo XXI (que por sus propios pecados capitales, inexorablemente se enrumba al despeñadero) a los trabajadores ecuatorianos.
El Estado persigue como sabueso a la empresa privada, para que cumpla con lo dispuesto en los cuerpos de ley, con lo cual los trabajadores privados se sentían protegidos…Pero ¡Oh sorpresa!, era solo una mascarada, pues esto era solamente un amague, para dar el gran zarpazo a las utilidades de los ingenuos trabajadores privados.
La ley empieza por casa… Así debería ser…
Lo que se cumpliría si viviéramos en un Estado de Derecho, (lejos de eso, cambiaron la redacción por la de Estado Constitucional de Derecho, razón por la cual se sienten revestidos con el poder, de cambiar la Constitución al son de intereses personales, a espaldas del Mandante).
Muy lejos de la realidad que se trata mañosamente de ocultar, los trabajadores públicos son vejados, humillados, explotados, despedidos sin el debido proceso, entre otras barbaridades, sin tener ningún tribunal independiente dentro del país, al cual acudir; pues, el histórico y triste papel que desempeñó el Indio Felipillo en la época de la Colonia se ha vuelto común en este gobierno.
El ensañamiento es con todos los trabajadores públicos (con ciertas excepciones…por ejemplo, los que laboran en el Ministerio de la Felicidad o el de Relaciones Exteriores o los asesores que al granel tiene cada Ministro, cada Subsecretario, etc.).
Pero… el Colectivo Profesional, más vilipendiado, es el de los jornaleros de la educación, (el título de Profesionales, se los arrebató, la precarización de su labor diaria) los cuales son obligados a trabajar con disposiciones totalmente diferentes a lo tipificado en el Código del Trabajo.
Aunque parezca un contrasentido (en un gobierno que se dice revolucionario) hay miles de profesores a los cuales se les ha congelado el sueldo desde hace 8 años, ni siquiera se les considera, el aumento anual obligatorio (correspondiente por ley a cada trabajador, por aumento del costo de la canasta básica), pasando por las precarias condiciones en que realizan su labor, pues el gobierno en su afán de reducir costos en la educación, desmanteló en cada Institución Educativa, los departamentos médicos, dentales, administrativos, de servicio ( los profesores deben realizar la labor de conserjes , barrer el plantel, pintar las aulas, entre otras actividades, ajenas totalmente, del campo para el que se prepararon y dieron varios años de su vida a la preparación académica). Obligados a dictar sus clases con alumnos en total estado de drogadicción, desde que la autoridad “competente” dio indiscriminadamente, autorización por ley a portar cierta cantidad de sustancias sicotrópicas. Obligados a dictar sus clases en verdaderas algarabías a cualquier hora; pues, otra autoridad “ competente”, dio autorización para que a los planteles, que tengan áreas de patio recreacional, ingresen a cualquier hora y en cualquier día, colectivos de baletistas, gimnastas, peloteros, bandas de guerra, payasos, totalmente ajenos a la Institución y por lo tanto sin ningún tipo de control. Por otro lado sus fondos económicos, ahorrados con el esfuerzo y sudor de años de trabajo, fueron asaltados a la media noche de un día cualquiera aprovechando la oscuridad, luego de varios intentos por darle la figura de legalidad al asalto, a través de varias auditorias armadas por el gobierno, sin que en ninguna de ellas se encontrara ningún rastro de dinero proveniente del Estado; pues, ese ahorro lo hicieron los profesores, haciendo uso del derecho a la libertad de asociación. Actualmente a los afiliados del antiguo FCME, el Estado los mantiene en calidad de cautivos; pues, no les permite desafiliarse del Fondo, al cual ingresaron voluntariamente y del cual tienen el derecho de desafiliarse cuando ellos quieran. Tampoco les permite retirar sus ahorros que por derecho les corresponden, por el contrario arbitrariamente y sin autorización alguna continúa mermando sus escuálidos salarios, obligándolos a pagar una cuota, a un Fondo al que ellos ya no desean pertenecer.
Ninguna de las instituciones o tribunales que diariamente se rasgan las vestiduras, (en las propagandas engañosas) defendiendo los derechos, hasta de los criminales internacionales, (Caso Assange), sale por sus fueros a hacer cumplir los derechos de estos honrados profesionales ecuatorianos, todo lo contrario, muy solícitos y obsecuentes son cómplices y encubridores de la ilegalidad.
Qué hacer frente a estas tropelías?…Buena pregunta…
PUES…INDIGNAOS!!…Como los argentinos, como los venezolanos, que se cansaron de tanta tropelía y con un punta pie, en el lugar en donde la espalda cambia de nombre, sacaron de las orejas a tanto sinvergüenza, no sin antes instaurar los juicios respectivos para delegar responsabilidades.
Parafraseando a Hessel, en su alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica ante cualquier tipo de tiranías…” Ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibrio duradero, prevalezca sobre la improvisación e ignorancia, la corrupción y satrapía”.
Recordemos que: “Los Gobiernos por definición, no tienen conciencia”…dice Albert Camus. A este gobierno le falta conciencia; pero, le sobra cinismo y corrupción.
El atropello a los colectivos de Médicos, jornaleros, Abogados, etc., será tema de otros artículos.