Es muy difícil hacer pronóstico sobre lo que nos traerá el 2016. Pero es fácil desde el análisis de la situación y tendencias ,concluir que los procesos en curso determinarán acciones y reacciones.
Comenzaremos esta reflexión con los temas que nos afectan como planeta y en forma mayoritaria.
El primero es el cambio climático y sus consecuencias. No es difícil suponer que los desastres naturales continuarán, por lo que, intensas lluvias y graves sequias nos afectarán simultáneamente, eso significará inundaciones que destruirán pequeñas poblaciones, afectarán ciudades de todo tamaño, destruirán infraestructuras urbanas y rurales, crearán problemas sanitarios, cortes de energía y suministros de todo tipo, especialmente de agua.
Las sequías intensificarán los graves destrozos de cultivos, ampliarán las zonas de hambrunas, desnutrición y enfermedades.
La contaminación convertirá el aire de muchas ciudades en algo irrespirable y que afectará la salud de muchas personas. Estas crisis naturales forzaran más migraciones, más problemas para muchos continentes y países, y más desafíos para todos los organismos mundiales y los países desarrollados que deberán manejar sus problemas políticos internos,por los flujos de refugiados.
Si sumamos los volcanes, terremotos, huracanes, deshielos y sus opuestos periodos de frio glaciar, tornados, entre otros, concluiremos que el planeta nos está sacudiendo y con el lenguaje de sus fuerzas naturales nos dirá que nuestro plazo o tiempo de rectificar se agotó.
Si a esto le sumamos la crisis económica, que en sus ciclos va afectando a unos y a otros les da un respiro, hará que las balanzas de poder estén en continuo cambio, que se unirá con los problemas políticos y las movilizaciones ciudadanas.
Esta suma naturaleza, economía política se podría resumir en un año de cambios e incertidumbres, estas últimas marcadas por las guerras, el terrorismo, la inestabilidad y, en ciertos países, por los regímenes del socialismo del siglo XXI, con claro y evidente fracaso, las quiebras económicas de los países que viven bajo estos sistemas y que suman además los más altos niveles de corrupción.
La guerra contra el terrorismo será larga, pues ya vivimos la experiencia de Vietnam. Todo el poderío aéreo y naval no derrotó a unos combatientes escurridizos que por túneles avanzaron a la victoria.
Isis o Daesh tiene una forma de “túneles” más sofisticados que llevará los contraataques a los corazones de los países que los combaten, causando el miedo y el terror donde nadie se sentirá seguro en su propio país y ciudad.
Habrá que desarrollar una estrategia nueva de combate que, además de armas, lleve y siembre nuevas ideas y mensajes, esto será el gran desafío y está por crearse.
En el 2016 las nuevas tecnologías intensificarán y ampliarán su influencia afectando comportamientos, hábitos de consumo, comunicación, políticas, relaciones humanas y un largo etcétera, que afectarán a las familias, las religiones, los políticos, las guerras y mucho más.
Con solo este pequeño resumen podemos concluir que será un año de grandes desafíos e incertidumbres, asi como de cambios positivos, negativos y de muchas propuestas y creatividad y todo ello con la presión contra el tiempo por las urgencias.
Hay que prepararse y saber asumir responsabilidades en lo individual, lo colectivo y lo global para salvar nuestro planeta.