A propósito de marzo, mes de la mujer, creo oportuno escribir unas cuantas líneas dedicadas a combatir cualquier tipo de violencia contra ella. Las autoridades ecuatorianas parecen haber retomado con fuerza la persecución y rechazo de este tipo de hechos criminales.
Situaciones de horror contra la mujer están lamentablemente a la orden del día, tales como el repudiable asesinato de las dos turistas argentinas, el ataque con saña a mujeres de parte de sus convivientes, entre otras.
Pero la violencia contra la mujer no solo es física, sino también psicológica, la cual se encuentra contemplada en el Código Orgánico Integral Penal y se refiere a los “actos de perturbación, amenaza, manipulación, chantaje, humillación, aislamiento, vigilancia, hostigamiento o control de creencias, decisiones o acciones”, que provocan grave perjuicio a la salud mental. Por ello la ley las sanciona con pena de prisión.
Pero la pregunta que salta de inmediato es ¿cómo y por qué un ser humano llega a cometer estos hechos abominables? En mi opinión lo medular pasa por la falta de educación, cultura y amor a los hijos desde la cuna, junto a la inexistente formación escolar y académica, que con seguridad engendra personas con carencia absoluta de valores y moral. También abona lo suyo el haber vivido en un ambiente cargado de violencia intrafamiliar e irrespeto a la mujer, que hace que estas personas vean como natural y común este tipo de agresiones.
¡Alerta! No dejemos de sorprendernos ante situaciones horrendas.
Preocupémonos en formar y educar a nuestros hijos desde la cuna, que la escuela, el colegio y la universidad únicamente reiteren y acentúen los buenos principios ganados en casa, para que en el futuro sean personas de bien, con principios morales sólidos, que conformen una sociedad donde hechos criminales como los antes mencionados sean la excepción y no la regla.
Para terminar, lo hago con una frase corta pero con un gran significado: “A la mujer no se la golpea ni con el pétalo de una rosa”.
Aquello de » gordita horrorosa» , cuenta?
Estimada Diana:
Hermoso su mensaje en honor a la mujer, a quien no hay que toparla ni con el pétalo de una rosa, pero el cruel machismo hace que utilicen el grueso palo del árbol de la rosa para con ello golpearlas. Creo que este machismo nace en el mismo presidente de la república, el Mashi, él ha dado este mal ejemplo, al tratar a la periodista como GORDITA HORROROSA, a la tía del ex asambleista Acosta, como vieja vaga, y los continuos desafíos que ha cometido por varias ocasiones cuando alguien de criterio diferente a éste le grita o le hace alguna seña, no se inmuta en lo más mínimo y pide que le paren el carro, interrumpe a la comitiva y éste se baja a increparlo o quererlo golpear. Si el primer ciudadano del país comete estos salvajes exhabruptos, que podemos pensar de un ciudadano de modesta preparación.