22 noviembre, 2024

Mujer maravilla

A las que tenemos hijos nos tocó hacer una parada obligatoria el fin de semana: Batman vs. Superman. Al final de la película una novedad: la Mujer Maravilla, “guerrera de las amazonas”, conocida en su tierra natal como “princesa Diana de Themyscira”, que despojada de todo estigma se presenta como una mujer fuerte, luchadora y segura de sí misma.

Como no tengo hija, nunca había observado las opciones en el mercado para niñas: todo rosado, delicado, cocinitas y princesas Disney.

Ecuador, país con una sociedad machista por antonomasia, nos acostumbró a que la mujer se queda en casa atendiéndola, esperando a que venga un marido (que la saque del yugo paterno a su nuevo yugo), y a que sea prácticamente una figura secundaria con labores domésticas y de crianza; un molde estereotipado. Pero si ella rompe esquemas y es independiente, fuerte, emprendedora, entonces no es buena y hay que destruirla, recibiendo el “primer palazo” por parte de las de su clase.

Quizás las verdaderas culpables somos las madres, que no educamos a nuestras hijas como amazonas listas para la batalla, guerreras incansables y luchadoras, que se ubican al lado del hombre y pueden competir con él sin ningún complejo.

Ahora, esfuerzos para erradicar este mal existen y uno importante es el de ONU Mujeres y su red para conseguir la igualdad de género en la educación superior, y para eliminar la discriminación y violencia contra esta. Pero la concientización debe iniciarse en casa, desde la cuna, pues según estadísticas del INEC, aún son pocas las mujeres que llegan a cursar estudios en la universidad y de ellas solo el 25 % culminan por varios factores, como la maternidad.

Despojémonos del complejo de Cenicienta, ese profundo deseo de ser cuidada por otro; no existe un príncipe azul que viene a trasformar la vida de las mujeres, somos nosotras mismas las únicas que podemos romper ese mito de la fragilidad y vencer al machismo, con inteligencia, preparación, dignidad y esfuerzo. Todas podemos y debemos ser Mujeres Maravilla.

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Suena cursi y es, además desproporcionado. Ni Correa es un Emperador ni el Ecuador es un coliseo en el que la muerte ronde. Lo digo pretendiendo resumir , con esa frase, lo que la dialéctica histórica nos tiene preparado: vamos a vivir una realidad distinta a la que imperaba . El “sistema” que prevalecía ( sobre el que me he pronunciado en más de un artículo) era repudiable pero , aún así, preferible al que nuestro Presidente está forjando con un entusiasmo y una dinamia que sólo conseguirán precipitar más penosamente sus desacertadas ideas. El desarrollo que teníamos era inarmónico e injusto, pero en libertad. Lo que hoy avizoramos es la desintegración del país con inusitada celeridad y violencia.

Considerar el país “ de todos” , en su acepción física, material, brutal e invasiva de las clases populares insufladas de un descarado rencor oficial , nos llevará al desastre con cánticos mendaces de fondo. Han emergido pasiones que Correa prevé positivas en su desesperada lucha por ganar el referendo , pero que no podrá controlar llegado el momento de otras definiciones históricas que sobrevendrían indefectiblemente…

2 comentarios

  1. Estimada
    Usted es madre de varones por lo que interpretamos y como tal de Usted depende la educacion de sus hijos, de no dejarlos abandonados a la educacion social que menciona
    Las verdaderas amazonas saben y mucho de criar bien a sus hijos varones ya con eso no hace falta empezar a discriminar con eso de EDUCAR LA LAS MUJERES COMO TAL O CUAL.
    LKas madres deben educar de manera igual a sus hijos/hijas ya que ambos efectivamente valen de manera identica para las sociedades.
    Las madres que abandonan a sus hijos en esa supuesta batalla de creer que son discriminadas (ellas ya son machistas) y buscan encontrar una supuesta igualdad son las responsables de los fracasos mas rotundos como mujeres y como madres.

    No siempre es bueno hacer lo mismo que los otros para creer que somos iguales, la base del respeto por uno mismo es saber que cada uno debe ser responsable de sus acciones y saber que para no tener machismo no se debe educar de manera distinta.

    Creo que no todas las mujeres pueden ser amazonas si piensan de la manera que Usted escribe.

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