A veces escuchamos decir que hay el idioma propio del Ecuador, el quechua, y el idioma extranjero, el castellano, impuesto sobre nuestra cultura propia.
Aclaremos conceptos.
Los inmigrantes que llegaron al Ecuador, después del largo periplo que iniciaron en el Asia, hablaban idiomas hoy perdidos para siempre. Quizás los idiomas que hoy se hablan en el Oriente ecuatoriano son el lejano heredero de esos idiomas asiáticos. No lo sabemos. Antes de la invasión incaica se hablaban en el territorio que es hoy el Ecuador cañari, puruhá y muchos otros idiomas, hoy desaparecidos, y que probablemente suplantaron a otros idiomas aún más antiguos. Lo único que de ellos debe quedar, en alguna biblioteca, son gramáticas y catecismos enmohecidos, elaborados por los españoles.
Han subsistido dos idiomas en el Ecuador, el castellano y el quechua. Ambos fueron traídos por invasores con pocas décadas de diferencia. Túpac Yupanqui invadió el hoy territorio ecuatoriano desde el hoy territorio peruano a mediados del siglo quince. En poco tiempo el quechua, el idioma del Cuzco, pasó a ser el idioma de los nuevos territorios del Incario. Tan rápida implantación sólo pudo haber sido lograda con gran violencia. Una especie de Yahuarcocha cultural. Grupos quechuas fueron traídos a colonizar el hoy Ecuador y habitantes del hoy Ecuador llevados a la fuerza a otras partes del Incario. La invasión quechua, que había florecido en el lejano lago Titicaca, reemplazó en poco tiempo a varios idiomas, ante el impulso de los ejércitos conquistadores del sur.
Sebastián de Benalcázar invadió el hoy territorio ecuatoriano pocas décadas después y fundó el nuevo Quito español, sobre el reciente Quito quechua, que se había asentado sobre otros más antiguos. El castellano pasó a ser el nuevo idioma del territorio, aunque subsistió el quechua. Otro Yahuarcocha cultural. Se elaboraron gramáticas y catecismos en quechua, y por mucho tiempo gran parte de la población del Ecuador solamente habló el quechua. El castellano se fue imponiendo por razones económicas y culturales, hoy predomina. El quechua ha quedado en comunidades en ciertas provincias andinas, un porcentaje pequeño de los ecuatorianos. Otra especie de Yahuarcocha cultural.
¿Es lamentable que haya predominado el castellano? Tal vez no. Sin querer menospreciar un idioma sonoro y hermoso como el quechua, el Ecuador está mejor con la predominancia del idioma que se habla desde el Río Grande hasta la Patagonia. Sólo en el continente americano se encuentra ese extraordinario hecho. El idioma, en lugar de dividir a las naciones, como ocurre a lo largo y ancho de la tierra, las une y las hermana: el corrido mexicano y el tango argentino, pasado por bambucos, pasillos, llaneras, valses y sambas, nos emociona a todos en el mismo idioma.
Ya no hay idiomas aborígenes en el Ecuador. Hubieron los de los que llegaron primero, hace miles de años, y esos se han perdido, salvo tal vez en el Oriente. Hoy quedan los idiomas de los conquistadores: quechuas y españoles, en los que se ha expresado la cultura que hoy orgullosamente llamamos ecuatoriana.