Con garras de águila y alas de Ícaro

“Si hay hojas que se marchitan, no te quejes Zarastustra, y déjalas caer. Al contrario, bárrelas con el soplo de tus vientos. Que se vaya cuanto antes de ti todo lo marchito.¡ Barre esas hojas Zaratustra! “.

FEDERICO NIETZSCHE

Para  el mito antiguo,  si Ícaro no pudo vencer a su destino fue por su inconsciencia, al no comprender de que al volar tan alto, acercándose mucho al sol, sus alas de cera serían derretidas por efecto del  inmenso calor… Y, claro, se precipitó al vacío… El populismo, autoritario, arbitrario, prepotente promueve e impulsa, desde su advenimiento,  mantenerse por aprehensión en el poder… Son sus garras, por eso, las que son desarrolladas fuertes para agarrar. Igual que el águila.  Pero, como ambiciona volar, al  creerse  seguro,  la fatuidad y la ignorancia son sus alas  que, en vez de llevarlo al infinito, lo degradan al subsuelo en liquidación y  tragedia.

El populismo de ayer, viejo y conocido potencial de dictadura fascista, pretendió hacer de la sorpresa una estrategia política y se mostró de nuevo ahora  vestido de “socialismo del siglo XXI”.  PERO SU PROPIA MASCARADA CIRCENSE LO DELATÓ COMO LA MAFIA  AVENTURERA DE SIEMPRE… La lluvia de ofertas verdadera lluvia de mentiras… Viviendas, trabajo, inversión, desarrollo industrial, educación de excelencia, cargos por meritocracia, cumplimiento de derechos, constituciones garantistas de seguridad, protección  de la naturaleza, salud pública optimizada… ¿Socialismo? De ninguna especie. Simples reformas típicas de los ya superados gobierno liberales, gritos antiimperialistas de los ya superados gobiernos  totalitarios, promoción y empuje de los ya superados mercados estatistas… Pero con los cantos y música, confusos y para confundir, de lo también superado luego de la caída del muro de Berlín y la Glasnost (transparencia)  de Gorbachov…, que definió la caída de la URSS.

Pero el costo económico, social, político, científico y  cultural   de esta aberración es una factura muy fuerte. Difícil de cancelar sin los dolores y sufrimientos de quienes menos poseen  en la escala social. ¿Otra década perdida para Latinoamérica? ¿Otro empezar de nuevo con una sociedad de un elevado índice de niños enfermos y desnutridos, sin  ocupación estable y equitativa para los adultos, a medias entre una educación fallida y un consumismo que niega su identidad  a la sociedad que lo acepta?  ¿Cómo normalizar la vida, sin perjudicar a inocentes, en un clima  social  en donde la corrupción está institucionalizada  y criminalizados los derechos humanos y las garantías sociales? Venezuela es el ejemplo  del fatídico encuentro con la nada social. Igual que Ecuador, Brasil, Nicaragua, Bolivia, Argentina en donde sus gobernantes, usan el Estado  para desaparición  de la democracia.

Claro que con sus garras han descarnado la vida de millones de ciudadanos angustiados,  pero el vuelo fallido con sus alas ficticias los está liquidando… La muerte de Chávez abrió la cloaca de su poder impúdico, la conclusión  del mandato de la Kirchner  no es más que la conclusión del basural político peronista, y la salida de Dilma Rousseff el adiós al encanto de la patología del crimen disfrazado de la inocencia de la desgracia popular… No está, por demás, recordar al  Zaratustra  de Nietzsche cuando dice “monederos falsos, farsantes, cómicos sutiles, despiertan la desconfianza hacia las grandes cosas, y acaban por ser falsos ante sí mismos…”.