Rafael Correa: Motivo De Una Ruina Socio Económica Anunciada

Tan pronto el pueblo ecuatoriano delegó a Rafael Correa de administrador, comenzó a actuar en contra de los méritos que exigen tan alta dignidad.

Se explica, pero no se justifica; su falta de experiencia e ideas erróneas extensamente probadas.

Coraje y desesperación sentimos algunos ecuatorianos al ver que el administrador, o en su defecto, el consejo de administración, aprovechaban su cargo para abusar de los ecuatorianos.

El auge que inundó las arcas fiscales pertenecientes a los coterráneos, la consideró una inagotable fortuna que fue manejada como personal en un irresponsable manejo de Nuevo Rico.

Llorar por agua que ya pasó por debajo del puente y secó su caudal es inútil. Sobre todo, cuando ya había sido advertido. Cierto es que a nadie le quitan lo bailado. Sin embargo, sólo bailaron los que por obligación debían poner alegría en el elector y no convertirlo en barrendero de mil y una “equivocaciones”.

Personajes que sin el crédito y favor de la tienda del vecindario, más la ayuda solidaria, no tenían ni para zurcir su ropa; pasaron a ser dueños de desmedidas fortunas incompatibles con sus ingresos reales. Eso quedó inmortalizado en las palabras de “Gaby” “ahora que coman mierda, mierda” [aparentemente lo que ella había practicado].

El pasado es irreversible, empero si se deben tomar medidas para el futuro.

Personalidades que asimilaron la educación y analizan el mundo y sus nuevas tendencias, advertían lo que se venía. Pero férvido en su auto designada grandeza, trató de ultrajar a quien bien le aconsejaba y permitía que lo manejen rabietas de bebe malcriado.

¡Qué triste caso insultar a madres, niños y ancianos, que por obra de la cruel naturaleza le imploraban por agua y les otorgaba “su compasión” indicándoles que los enviaría presos…

¿Para que sirve llorar por el caudaloso estero que está seco?

Hay que llorar por lo mal que se está manejando el agua del bote al garete en el mar y lleno de prójimos que anhelan un futuro.

Empleados que no llegan a los treinta años de edad y otros que ya son de “desecho” para el que ya no es tan joven, están siendo despedidos de sus cargos. Inútil contarlos por decenas, cientos, ahora son por miles.

¿Nuevas plazas? Búsquenlas en Irán o Corea del Norte, o vayan como Cristianos a las adoradas áreas de los terroristas.

Ideas, hay; emprendimientos, hay; el dinero que usted malgasta es el que hace falta. Sus desdenes a nuestros benefactores están pasando factura.

Parece que nunca prestó atención al arte del cálculo de costos. Ese dos por ciento adicional: Impuesto al Valor Agregado ¿Quién lo termina pagando? La cadena es de retención hasta que llega al comprador final: Al pueblo.

Que en la gasolina “el Estado asume el dos por ciento” ¿Quién es el Estado? ¡Somos los del pueblo!

Que los ricos pagan, por supuesto. Más, no es igual el impacto de ciento veinte de impuestos indirectos dentro de un ingreso de cuatrocientos dólares que cuatrocientos en un sueldo del Asambleísta que pasa de cinco mil.

Sus “injustas salvaguardas” sólo benefician a quienes son sus amigos millonarios dándoles monopolios. ¿Tiene idea de cuánto le merma a un ciudadano esas monstruosas tributaciones?

Un vestido de seis dólares sube a veinticinco, un zapato de cuatro dólares: en fábrica se vende a dieciocho.

Su Chef Belga, le sirve su comida sin costo. La ama de casa que va al mercado… pregúntele. Y por si acaso, los que tienen tarjetas de crédito las tienen que pagar de sus propios ingresos y si están sin trabajo ¿Cómo lo hacen?

Creen sus borregos que alguien va a esforzarse para que su herencia se la repartan los que duermen la resaca del sicotrópico que legalizaron.

Despierte. Hasta los nativos Shuar, Achuar, Chachi, Epera, Huaorani, Siona, Secoya, Awa, etc., saben que su modelo es nefasto. Ha talado los árboles milenarios y la flora y fauna que cobijaban. Las Galápagos ya dejaron de ser la vírgenes cuidadas.

Ha pensado cómo se sentirá usted después de pocos años ya pelado y maltratado como los mayores jubilados.