Los medios de comunicación han informado sobre las declaraciones del Canciller Long cuestionando en Londres los Tratados de Libre Comercio, mientras el ministro de Comercio Exterior Juan Carlos Cassineli ha manifestado que está haciendo todo lo posible por concluir el acuerdo con la Unión Europea.
Por otro lado, hace algún tiempo, nuestros vecinos Colombia y Perú suscribieron sendos Tratados de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), desmarcándose de nosotros y de Bolivia que somos los otros socios de la Comunidad Andina de Naciones
Además, seis países de Centroamérica (Honduras, Panamá, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Guatemala) firmaron otro, el primero de los europeos con una región en su conjunto.
Frente al panorama que comentamos en líneas anteriores, nuestro país inicio las negociaciones formales con la Unión Europea.
Es importante mencionar que la posición del Presidente Correa no ha variado ya que desde el principio menciono la necesidad de avanzar en acuerdos integrales que incorporen temas que van desde la inmigración, pasando por la transferencia de tecnología hasta aspectos culturales. Al respecto hacemos las siguientes reflexiones:
- Considero que lo que siempre ha querido el Gobierno no es otra cosa que un TLC más amplio con la Unión Europea (UE), cambiándole el nombre y llamándolo Pacto Global.
- La idea no fue mala, pero poco oportuna ya que nuestros vecinos Colombia y Perú suscribieron los Tratados de Libre Comercio con Europa dejándonos en desventaja y con un panorama que podría ser desastroso para el sector exportador ecuatoriano. Además la Unión Europea está estudiando la posibilidad de no solicitar visas a los ciudadanos colombianos y peruanos, mientras que siguen las restricciones para el Ecuador.
- En consecuencia, el Ministerio de Comercio Exterior ha dirigido las negociaciones con la Unión Europea teniendo la difícil responsabilidad de la labor negociadora, por lo que esperamos siempre que en la negociación estén integrados equipos conformados por los elementos más aptos, pues, no es cuestión de “soplar y hacer botellas”, sino de exponer clara y detalladamente la posición ecuatoriana.
- Por otro lado, tuvimos la esperanza que el Ministerio de Comercio Exterior recurriera a las demás dependencias del Estado, como por ejemplo, la Cancillería, inquiriendo datos, estudiando análisis y comparando cifras. Dentro de esta óptica el Ministerio de Comercio Exterior, también debería mantener contacto con los sectores productivos y la sociedad civil a fin de contar con sus importantes criterios y opiniones, lo que nunca nos imaginamos es que el Canciller realizaría declaraciones tan desatinadas contra el Tratado de Libre Comercio, ante estas declaraciones mucho daño nos está causando la falta de una clara política de Estado destinada únicamente a lograr el beneficio del país y los cambios de objetivos o posiciones antagónicas solo retrasan nuestro avance como Estado.
Por los motivos expuestos, aspiramos que el Gobierno Nacional desautorice las declaraciones del Canciller y continúe con las negociaciones del acuerdo comercial con la Unión Europea en beneficio de los ecuatorianos.