El gobierno no tiene la menor intención de cambiar su política monetaria pese a que es evidente que el modelo aplicado ha fracasado. Todos los indicadores demuestran que el país va rumbo a un caos financiero.
La falta de confianza se ve reflejada en la baja de los depósitos de la banca pese a los malabares que se inventan con los préstamos entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central.
Los préstamos otorgados por los chinos a intereses agiotistas son los que momentáneamente equilibran las cifras. Los vencimientos serán un problema para el próximo gobierno.
La última declaración de un alto funcionario del Central puso en evidencia que no se está manejando las estadísticas correctamente con respecto a los dineros que tiene en depósito el ente emisor, contribuyendo a que el caos financiero se agudice y que los esfuerzos por introducir la moneda electrónica esté cada día más distante.
Según analistas económicos lo más preocupante es el bajón de la Reserva Internacional. La Reserva tuvo su punto más crítico en la primera quincena de junio, situación que no inquieta a los genios que manejan las finanzas del gobierno porque la tapan con un nuevo desembolso de los chinos. Se van tapando huecos en base a abrir otros.
El caos y la falta de recursos para cubrir las obligaciones que tiene contraído el gobierno, les ha dado para que la inventiva producto de la desesperación los lleve a crear lo que denominan “Operaciones Domesticas”, que son entregas de dinero a corto plazo que concede el Banco Central al Ministerio de Finanzas con respaldado de papeles que emite el mismo Ministerio. En el momento que se rompa el hilo por algún lado, los papeles no servirán para nada. Pasan de un bolsillo a otro, pero con dinero ajeno
La preocupación crece día a día. Los genios están llevando al país a un despeñadero que no quieren reconocer. Están jugando con el tiempo que les falta para concluir el mandato. La banca es aun solida por los recursos que se tienen en el exterior, pero no se puede seguir erosionando al sistema.